Afortunados, los vecinos de San Bartolomé
En San Bartolomé están de enhorabuena ya que les queda poco para contar con su Plan General de Ordenación Supletorio, un instrumento fundamental para el desarrollo del municipio, aprobado. Esta misma semana, el Gobierno de Canarias compartía con el Consistorio el citado documento que deberá aprobar definitivamente el propio Ejecutivo regional. Es un paso adelante muy importante y una suerte para todos los vecinos de San Bartolomé que verán avanzar su municipio. No tienen tanta suerte los vecinos de Arrecife. De hecho, la capital parece estar condenada a no avanzar y la historia reciente, y no tan reciente, lo demuestra.
¿Y qué pasa con Arrecife?
El Plan lleva paralizado desde la época de Eva de Anta, que lo cogió, hizo amago de interesarse, y lo guardó directamente en la gaveta. Era precisamente el PSOE lo que frenaba a Ástrid Pérez en un primer momento, ya que compartía gobierno con los socialistas. Y es que el PSOE, ese mismo PSOE que ha dado el visto bueno al plan en San Bartolomé, nunca ha estado interesado en que se apruebe este instrumento en la capital de la isla. Tal vez sea por presiones de algunos empresarios afines al partido o a la FCM, pero lo cierto es que no parece que los socialistas apuesten por el desarrollo de Arrecife. Excusas han puesto todas las que se les han ocurrido, primero fue lo de las viviendas de “Morro Angelito”, después el asunto menor de los diseminados de la barriada de “Los Cármenes” y a saber lo que tienen guardado para seguir sacando. Mientras tanto, Arrecife sigue pendiente de ese necesario desarrollo. ¿Y qué es lo que entendemos por desarrollo? Pues la realización de viviendas, la puesta en marcha de infraestructuras educativas y sanitarias, carreteras… Treinta años esperando para convertirse en la capital que Lanzarote merece. Esperemos que, ahora que el partido socialista, que tan magnánimo se ha mostrado con San Bartolomé, de su mismo color político, lo sea también con Arrecife, aunque esté gobernada por el PP y CC. La ciudadanía no quiere ser suspicaz, esperemos que no le den motivos para ello.