Adiós Ibarra, adiós
Luis Ibarra ya ha dejado la presidencia de la Autoridad Portuaria de la Luz y de Las Palmas (Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote) donde permaneció 7 largos años. Uno de ellos, el último año y medio, de “prestado” porque no era lógico que siguiera de máximo responsable cuando el PSOE dejó de gobernar junto a CC en Canarias. Sin duda era una anomalía política que ya se ha corregido.
Aunque los puertos canarios los gobierna Madrid (pertenecen al Estado) no lo es menos que es el gobierno de Canarias quien nombra a los presidentes de las distintas autoridades portuarias de Gran Canaria y Tenerife. Por lo tanto, ahora será Juan José Cardona, ex-alcade de Las Palmas de Gran Canaria, del Partido Popular, el que relevará a Ibarra en la presidencia de la Auitoridad Portuaria, tras el acuerdo alcanzado entre el PP de Asier Antona, con la CC de Fernando Clavijo, acuerdo, por cierto, que molestó mucho al PSOE canario.
En relación a Lanzarote, el adiós de Ibarra no será muy sentido. No se le echará de menos a pesar de que en su en su etapa ha sido cuando más dinero se ha invertido en mejorar nuestras infraestructuras portuarias de Los Mármoles. Es cierto que esas inversiones se hicieron contra su voluntad. Nunca creyó necesario ampliar el muelle, ni mucho menos invertir en el famoso dique sur para mejorar la operatividad en los temporales. Por el contrario, las consideró esas grandes inversiones de superfluas y caprichosas. Se vio obligado a hacer esas inversiones porque lo “impuso” Madrid.
El gobierno del PP necesitaba de un gesto en favor de Lanzarote por el famoso asunto de las prospecciones de Repsol y “nos regaló” esas inversiones millonarias tan demandas por Lanzarote. El PP cumplió en ese sentido contra la estrategia de Ibarra de destinar todo el dinero del Puerto de Las Palmas al de la Luz, al de Gran Canaria. De hecho, hay que reconocer (y allí lo reconocen) que Ibarra ha sido uno de los mejores presidentes del Puerto de La Luz. Nos hubiera gustado decir también para Lanzarote.
Entrevistas de despedida
Nada tenemos contra Ibarra que no sea el que cayó, como la mayoría de sus antecesores, en el tratamiento paternalista con Lanzarote y Fuerteventura. Para ello, los puertos de Arrecife y Puerto del Rosario son vistos y no vistos. Son una especie de puertos apéndices, anexos, al gran puerto de La Luz. Creen que la función de nuestros puertos es sólo el que puedan atracar los barcos y punto. No ven a Los Mármoles como un ente generador de una actividad económica paralela como lo es el de Gran Canaria, el cual aporta el 30% (directa o indirectamente) de la actividad económica de la ciudad directa.
La mentalidad supremacista de Ibarra convierte en regalo y no en una necesidad cualquier inversión en Lanzarote o Fuerteventura. Porque la realidad es que la ven como un despilfarro económico. No es que nos tengan tirria o que nos quieran hundir en favor de el de La Luz. Es peor que eso. Sólo piensan en ellos. Los grandes lobbys empresariales de Gran Canaria creen que todo el dinero debe ir destinado al desarrollo de el de La Luz que no sólo lucha o compite con el Santa Cruz de Tenerife sino por convertirse en la gran plataforma portuaria del Atlántico. Y no nos parece mal que luchen por lo suyo, pero por eso nosotros, los lanzaroteños queremos una autoridad portuaria propia, con plena autonomía de la de La Luz, una autoridad que defiendan nuestros legítimos intereses tan bien como el señor Ibarra ha defendido los de Gran Canaria durante estos 7 años. Y la muestra de lo que decimos es que durante las últimas entrevistas de despedida en periódicos de Gran Canaria, ni una sóla vez, nombró a los puertos de Arrecife y de Puerto del Rosario, la prueba palpable de lo que representamos para la el señor Ibarra. Y no crean que esperamos mejor trato del nuevo Presidente de la Autoridad Portuaria, el señor Cardona, del PP. Porque esto no es una asunto de nombres sino de territorios. Esperamos equivocarnos.