El niño, el dedo y los Bomberos
Susto con final feliz para una familia de Tías
Los Bomberos atendían en la noche del jueves a una familia de Tías que se enfrentaba a un susto más habitual de lo que a los padres les gustaría: uno de sus hijos había metido un dedo en un agujero y no podía sacarlo.
Al parecer, el pequeño, jugando, había metido el dedo meñique de la mano derecha por un agujero de una mesa de madera y no era capaz de sacarlo.
Al llegar los Bomberos, alertados por el Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, procedieron a cortar un pequeño trozo de madera de la mesa, haciendo posible que el niño liberara al fin su dedo.
Afortunadamente todo quedó en un susto y en una lección bien aprendida.