La tormenta perfecta contra el PSOE
Al caso Koldo se le suma ahora la investigación abierta por el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz
A los socialistas se les acumulan las desgracias. Ahora se ha conocido la investigación abierta por el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunto delito de revelación de secretos, en el caso del novio de Ayuso, justo cuando el caso Koldo vive su momento más álgido tras la imputación solicitada contra José Ábalos, el que fuera el todo poderoso secretario de organización del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez.
Siendo graves las acusaciones y el hecho de que sea la primera vez que un fiscal general del Estado, el garante de la legalidad en España es investigado penalmente por el alto tribunal, no lo son menos los presuntos delitos de tráfico de influencias, entre otros, por los que se investiga al exministro de Transportes, José Ábalos.
La realidad es que para muchos analistas a estos dos casos que tocan de lleno a los socialistas hay que sumar las sospechas de los beneficios que obtuvo en sus cursos universitarios Begoña Gómez por ser la mujer de Pedro Sánchez o las presuntas irregularidades que se investigan a David Sánchez, hermano del presidente de Gobierno, por su cargo de coordinador de actividades musicales del Conservatorio de Música de Badajoz.
Una tormenta perfecta a la que se suman en Canarias los más 16 millones de euros que negoció el Gobierno de Canarias en la época del hoy ministro de Política Territorial, el socialista Ángel Víctor Torres, con la llamada trama Koldo, el ex- asesor del ministro de Transporte Ábalos, para la adquisición de mascarillas y los test anticovid.
Precisamente, el presidente de actual del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, quien nunca ha querido hacer sangre por este caso de su antecesor, si pide aclaraciones al PSOE tras los últimos datos revelados de una reunión de Ángel Víctor Torres con uno de los comisionistas de la trama Aldama. “Lo que se dijo en sede parlamentaria y lo que se transmitió a los medios no concuerda con lo que está en el informe de la UCO y eso no ha sido suficientemente explicado y nadie ha asumido ninguna responsabilidad política. Es evidente que hay un gasto de cuatro millones en mascarillas, es evidente que hay unas contrataciones que están siendo investigadas, que se dijo que no se hicieran muchas cosas que ahora aparecen en los informes de la UCO. Allá cada cual, nosotros no vamos a hacer cacerías políticas porque eso le hace un flaco favor a la democracia, los ciudadanos creen que todos los partidos son iguales”, afirma, apuntando que lo que no es normal es no acordarse.
Un cúmulo de acusaciones que junto a la debilidad del Gobierno de España por su dependencia de los apoyos parlamentarios de los diputados de Puigdemont hace que el PSOE transite por uno de los peores momentos desde que Pedro Sánchez llegó al Palacio de la Moncloa, tras una moción de censura contra Mariano Rajoy, basada precisamente en la corrupción del PP, corrupción que hoy toca de lleno a los socialistas.