Un año de gestión en el Cabildo marcado por el trabajo
El grupo de gobierno ha marcado el camino para resolver los problemas más graves que afectan a la isla
Tras oír el balance de gestión del año de gestión en el Cabildo que ayer, jueves día, 27, realizó el presidente del Cabildo, el nacionalista Oswaldo Betancort, junto a su vicepresidente del PP, Jacobo Medina, se puede afirmar sin exagerar que la institución navega a velocidad de crucero tras soltar el lastre de la mala herencia política de los cuatro años anteriores del gobierno socialista.
El gobierno que lideró la socialista Dolores Corujo se vio ensombrecido desde el primer año por la política de retrovisor, muchas veces sectaria y de tierra quemada que aplicó el PSOE durante prácticamente los cuatro años de gobierno. Un Psoe más empeñado en destruir lo construido, con mejor o peor suerte, por los gobiernos de CC, que en gestionar la realidad y los problemas de la isla. Eso ocurre cuando se pone por delante la ideología a los problemas a resolver.
La excusa de la pandemia no puede justificar, para muchos analistas, por ejemplo, el pobre avance en política territorial del PSOE tirando a la basura, por ejemplo, el Plan Insular o escondiendo en una gaveta por razones inconfesables el Plan Especial de La Geria.
Un año es poco tiempo para hacer un balance certero de una gestión en una administración pública del calado del Cabildo, dado el enredo que produce la tortuosa burocracia, pero se puede decir que este gobierno del Cabildo de CC-PP, liderado por el nacionalista Oswaldo Betancort ha marcado el camino para resolver algunos de los graves problemas que acechan a la isla. Ya veremos si la nota alta conseguida en su primer año se consolida o no en los tres restantes que le quedan de mandato a CC y PP en Lanzarote
