¿Qué pasa con la carretera Masdache - El Peñón?
Los vecinos siguen demandando una obra que acabe con una de las vías insulares más peligrosas
¿Qué pasa con la carretera de Masdache-El Peñón? Esa es la pregunta que los vecinos y usuarios de la zona han hecho llegar a esta redacción. De momento, no hay respuesta o al menos una aceptable.
Lo cierto es que parecía que esta vez sí, pero tampoco. Lanzarote arrastraba desde hace bastantes años, muchos más de los aceptables, tres puntos negros en sus carreteras: la carretera del Complejo de Nazaret, las de Mozaga-El Peñón y la de Masdache- El Peñón.
El anterior consejero de Obras Públicas, el popular Jacobo Medina, se puso manos a la obra para solventar un problema que arrastraba la isla desde lejos. Durante su mandato, antes de ser sustituido por la ruptura del pacto PSOE-PP, Medina llegó a ejecutar las dos primeras demandas.
En efecto, se adjudicó y ejecutó el acondicionamiento de la carretera LZ-409 que une los núcleos poblacionales de Mozaga y el Peñón, una obra que conllevó un coste de 1.067.759,64 euros y también las obras de construcción de la rotonda incluida en la remodelación de la carretera entre Nazaret y el Complejo de Teguise, de casi 3,5 millones de euros.
De las tres obras, la de la carretera de Masdache-El Peñón era la de mayor cuantía: 7 millones de euros. Medina explica que él dejó el proyecto preparado antes de abandonar su puesto y el coste era tan elevado por el mal estado de la vía y la gran cantidad de problemas que arrastra.
Medina explica que el proyecto pasaba por ensanchar la vía, que mide unos 8’5 kilómetros, aproximadamente, además de hacer las canalizaciones de agua y luz, asfaltarla, el acerado de la misma y el alumbrado, demandas que los vecinos y usuarios de la zona llevan haciendo desde hace años.
Sin embargo, parece que el proyecto ha sido desechado por el nuevo grupo de gobierno del PSOE-Podemos para optar por un simple reasfaltado de la vía. “Esto no soluciona los problemas de los vecinos y no es lo que se les había prometido, desde hace años”.
De momento, el dinero invertido en el proyecto, 55.859 euros, se ha tirado a la basura y, previsiblemente, se tendrá que realizar otro proyecto para la nueva obra.
Entre tanto, esta carretera continúa ostentando el dudoso honor de ser una de las vías más peligrosas de la isla.
