Los gracioseros, satisfechos con la rectificación gubernamental para los viajes en semana Santa
Se habían suspendido más de la mitad de las reservas ante las exigencias de PCR que ahora se han recuperado
Rectificar es de sabios. Finalmente, los lanzaroteños se podrán desplazar a la isla de La Graciosa en Semana Santa sin pruebas de tests negativos en Covid 19, como inicialmente habían decretado.
Posiblemente la presión ejercida por los propios gracioseros y el alcalde y parlamentario de Teguise, Oswaldo Betancort, hizo reflexionar al Ejecutivo canario y dar marcha atrás. El armador de Líneas Romero, Federico Romero, valoraba positivamente la corrección realizada por el Gobierno de Canarias ayer tarde. “Ayer recibimos satisfechos la noticia de que todas las personas que estén en Lanzarote, no sólo los residentes, sino también los que estén en la isla y hayan pasado ya el filtro del aeropuerto o del puerto, pueden viajar a La Graciosa”, señalaba.
El Gobierno de Canarias justificó el “cambiazo” a que realmente Lanzarote y La Graciosa son la misma área sanitaria. Romero reconoce que de haber exigido PCR o Test de Antígenos a los lanzaroteños hubiera sido un revés importante para la maltrecha economía de la isla. “Era una muy mala noticia, en primer lugar porque la gente que va a diario, iba a dejar de hacerlo porque no se iban a pagar una prueba de antígenos más el billete, pero también habían suspendido sus reservas todos los que iban a pasar la Semana Santa a la octava isla, más de la mitad”.
La esperanza en cualquier caso de los gracioseros de recuperar el turismo perdido será en verano. “Esa es nuestra esperanza, y la de todos los empresarios de Lanzarote, de Canarias y de toda España… creemos que el verano sea buena y podamos tirar hacia delante, con la vacuna, hacia una cierta normalidad”.
En cualquier caso, la confusión por los permanentes cambios en la situación de alertas y correspondientes restricciones han conseguido que la población canaria dispuesta a viajar entre islas se haya retraído hasta el punto que se calcula una caída cercana al 20% de los vuelos interinsulares en Canarias.