Las garcillas bueyeras “atacan” a Lanzarote
La superpoblación de estas aves migratorias se ha convertido en un problema para la salud y la fauna conejera
Las garcillas bueyeras se han convertido en un problema de salud, para la fauna autóctona y la biodiversidad de Lanzarote más serio de lo que podría parecer. Así lo confirma el biólogo y profesor de la Universidad de Córdoba, José Cabot, en una entrevista realizada en Café de Periodistas. “El ilegal que haya una concentración de animales con estructura e implementos que favorezcan su explosión demográfica en el medio urbano”, señalaba. “Un señor no puede tener tres cabras y ponerles infraestructuras en el medio urbano… tiene que salir de ahí. Hay que sacar a esos animales”.
Cabot hizo historia del asentamiento de esta colonia de aves migratoria que un buen día decidieron colonizar Lanzarote. “La información que tengo en mi poder es que una garcilla accidentada fue criada por un señor que vivía en el parque y esa garcilla, que estaba como una mascota, se emparejó con una silvestre y empezaron a criar en los árboles del parque Ramírez Cerdá. A los pocos años ya había 40 ó 50 parejas”,
Ya son más de 1500 las garcillas que viven en Lanzarote. “Hicimos un censo del dormidero y descubrimos que la población se había multiplicado pasando de 40 garcillas a 1.500”.
Un ave que no es de Lanzarote y está acabando y compitiendo con la supervivencia de la fauna autóctona. “Nosotros como sabíamos las poblaciones que había de alcaravanes, de cernícalos, ubaras o corredores, nos dimos cuenta que era mayor la población de garcillas que las de especies propias de las islas. Además, de comer en el vertedero, la mitad de ellas portaban gérmenes patógenos y se han convertido en un riesgo”.
La solución es reducir drásticamente la población. “Hay que conseguir que cuando la reproducción baje, ir quitándoles los árboles dónde anidan y que se vayan a reproducir al medio natural, como están las demás aves locales”.
Este biólogo que fue durante el periodo de 2016 a 2018 jefe de Medioambiente del Cabildo de Lanzarote contó que grupos ecologistas no ayudaron a resolver el problema- “Los ecologistas se nos echaron encima y los responsables políticos no supieron explicar bien las razones y las causas por las que se estaba actuando”.
En definitiva, un problema más que tiene la isla que las autoridades políticas insulares y canarias no han querido resolver.
