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El plenario de Arrecife recibe a la Plataforma contra el ruido


Exigen al Ayuntamiento un mayor control de los decibelios para permitir el descanso de los vecinos

 

  • Lancelot Digital
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    El pleno ordinario del Ayuntamiento de Arrecife de este viernes generaba cierta expectación al tenerse entre sus puntos del orden del día el recibimiento al portavoz de la Plataforma contra el ruido, José Félix Mendicote, quien explicó como los eventos se han ido ampliado tanto en número de celebración como en espacios físicos. “Todo surgió desde El Reducto por la cercanía de los eventos que se están realizando de las viviendas residenciales, pero se está expandiendo porque cada vez hay más zonas de la ciudad que tienen problemas por el ruido”, señala.


    Yonathan de León adelantó que se llevará a cabo a partir de ahora mayor control de decibelios de los establecimientos. “Dotaremos a la Policía Local de sonómetros, algo que ya estamos haciendo, para multar a aquellos locales que no respeten las ordenanzas del ruido”, señalaba el primer edil, asegurando su total disposición de colaborar.


    El portavoz de la plataforma criticó que el ruido incluso se ha incrementado en estas fiestas navideñas. “Las fiestas están causando muchas molestias entre los vecinos, sobre todo los del Charco de San Ginés. Navilan dura 21 días, creemos que es excesivo. En la Plaza de Las Palmas se han trasladado una serie de eventos, y al igual que pasa con la plazuela, son recintos cerrados con una reverberación enorme y se sobrepasan mucho los decibelios permitidos, algo que no debería pasar, pero pasa”, señala, exigiendo una mayor acción de la Policía.


    El alcalde de Arrecife matizó que se procederá a colaborar pero que determinadas festividades importantes como San Ginés, Navidad o carnavales no se moverán del centro. “Arrecife está tratando de conciliar y respetar el descanso vecinal, tratando de buscar alternativas y reduciendo los horarios, pero hay eventos que no se pueden trasladar a otro lugar, como San Ginés, Navidad o los Carnavales”.

     

    La polémica está servida. Unos que defienden el justo derecho al descanso y otros que valoran la necesidad de contentar a una mayoría de la población que demanda actividad lúdica y social y que deben ahora buscar la manera de consensuar ambas tesis contrapuestas.

     

     

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