El camión contraincendios del Aeropuerto ayuda a los bomberos en Zonzamas
Oswaldo Betancort, junto a los consejeros Domingo Cejas y Francisco Aparicio, se pone al frente de la coordinación de las operaciones para extinguir el voraz incendio
Los seis camiones de bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, dirigidos por el consejero del PP Quico Aparicio, junto a un camión de bomberos del aeropuerto, se han desplazado a Zonzama para intentar contener el voraz incendio.
El trabajo de los aguerridos bomberos lanzaroteños no está siendo nada fácil, especialmente porque cuando llegaron las primeras unidades, poco podían hacer debido a la magnitud del fuego y, sobre todo, al denso humo negro que desprendía el plástico reciclado, derivado del petróleo.
Aun así, desde su llegada han tratado de enfriar la zona para evitar que el incendio siga propagándose. La situación se complicó mucho más por el fuerte viento alisio, que soplaba con rachas superiores a los 50 kilómetros por hora, acelerando la combustión. Desde las 6 de la tarde hasta bien entrada la noche, el fuego no disminuía, sino que aumentaba su fuerza.
El Consorcio de Emergencias solicitó ayuda a las empresas constructoras de la isla, para que desplazaran sus camiones con arena y palas mecánicas. Gracias a esta colaboración, y a la activación de sus trabajadores, llegaron unos ocho camiones y dos o tres palas mecánicas. Así se empezó a controlar algo el incendio, alrededor de las 9 de la noche, tres horas después de que, presuntamente, unos rescoldos producidos accidentalmente en la celda donde se acumulan restos de poda y rastrojos, fueran llevados por el viento a la zona de reciclaje, donde las montañas de plásticos prendieron vorazmente.
La estrategia de mojar inicialmente el fuego con el camión de bomberos del aeropuerto mientras las palas cubrían con tierra fue muy eficaz.
El Consejero de Seguridad y Emergencias, Quico Aparicio, señalaba a Lancelot Digital alrededor de las 10 de la noche que todavía no se podía dar por controlado el incendio, pero al menos parecía que no iba a más. Destacó la entrega de los bomberos y los conductores de camiones y palas.
Lo único positivo es que el humo tóxico se elevó en altura y afectó poco a las poblaciones más al sur del vertedero. El alcalde de Arrecife, Yonathan de León, señaló a este medio que se desplazó a la zona de Argana y, por suerte, más allá del olor, no había humo.
