Por el bien de Lanzarote
La inesperada salida de los cinco consejeros del Partido Socialista del grupo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote que preside Pedro San Ginés, ha dejado un panorama totalmente abierto e inestable. Políticamente, no se sabe qué va a pasar en las próximas semanas o meses. El hecho de que durante una legislatura más, Lanzarote se vea envuelta en este tipo de fluctuaciones y desequilibrios por la ruptura de un pacto, y no podríamos decir cuántos van sin tirar de hemeroteca, es muy triste.
Lo cierto es que el tiempo que en estos meses debería estar dedicándose a sacar adelante todos los proyectos pendientes y a solucionar los problemas que tiene Lanzarote, que son muchos, se está dedicando al sempiterno juego de tronos, o lo que es lo mismo al ‘quítate tú para ponerme yo’. Algo que Lanzarote, en nuestra opinión, no se merece.
Tanto es así que, tal y como están las cosas, la ahora oposición, antaño parte del grupo de gobierno, debe oponerse, sólo por serlo, a proyectos con los que no hace tanto estaba de acuerdo. A proyectos que ellos mismos han alentado, impulsado y puesto en marcha… Un sinsentido más que sumar al innumerable número de ellos que forma nuestra historia política. Además, al tener menos gente trabajando para sacar adelante las cosas, todo se ralentiza. Los proyectos se eternizan y en ocasiones los cambios sólo hacen que todo tenga que empezar de nuevo.
En estos momentos, que Lanzarote cuenta con un plan de infraestructuras como nunca lo había tenido, con más de cien millones de euros, en su mayoría provenientes de los fondos del FEDECAN, para poder invertirlos en diferentes obras, nos encontramos con complicaciones innecesarias, y meramente técnicas, para llevarlas a cabo.
Lo deseable, al menos lo que deseamos encarecidamente los que queremos que Lanzarote mejore, es que el Gobierno encuentre la necesaria estabilidad para seguir adelante, trabajando. Bien gracias a grupos que apoyen desde dentro, o desde fuera en acuerdos puntuales, al actual Gobierno insular. Lo conveniente sería que el presidente del Cabildo lograra formar una mayoría estable y consolidada que le permitiera, tanto a él, como a Lanzarote, avanzar de manera segura en los próximos meses. Esperamos, eso sí, que no se formen pactos esperpénticos y sin sentido tan sólo con el afán de ejecutar una personal venganza contra personas concretas. Si ya pensamos que la abrupta salida del PSOE está poco justificada dado que el pacto funcionaba bien, más aún creemos que no son tiempos para aventuras. No son tiempos de sumar manzanas con peras, melocotones y kiwis. No tenemos muy claro que eso vaya a ocurrir, ni tan si quiera que sea posible tanta buena voluntad, pero lo cierto es que sería lo mejor para la isla y para todos los lanzaroteños.