Las frustradas (NO) inversiones de Canarias en Lanzarote
Ha vuelto a pasar. Tampoco es que nos sorprenda demasiado a estas alturas de la legislatura, pero lo cierto es que ha vuelto a suceder. El gobierno de Ángel Víctor Torres ha vuelto a realizar una enorme inversión 95’5 millones en la realización de una gran obra, un falso túnel, en una isla, Tenerife, que, por supuesto no es Lanzarote. Todos los proyectos que se echan para atrás en la isla de los volcanes, da la impresión, pudiera ser que solo fuera eso, una impresión, repercuten en beneficio de otras islas.
Para Lanzarote hubo un NO cuando se quiso soterrar una vía en Playa Honda, y se optó por un parche más económico. Para Lanzarote hubo un no cuando se planteó el soterramiento de la carretera de Argana. Lanzarote, ya lo decía recientemente la parlamentaria popular, Astrid Pérez, es la gran olvidada en los presupuestos generales del Estado y también en los autonómicos del Gobierno de Canarias, a pesar de la deuda histórica que arrastra la isla. No lo decimos nosotros, no. Lo dijo la propia presidenta del Cabildo insular, Dolores Corujo, al principio de la legislatura y se comprometió a solucionar los graves problemas que arrastraba la isla por falta de inversiones. Hablamos de vivienda social (NO se ha construida ni una sola vivienda); hablamos de energías renovables (NO se ha autorizado ni un solo parque solar o planta eólica); hablamos de la que iba a ser la legislatura de las inversiones (NO hay nuevas infraestructuras en carreteras, ni hidráulicas, ni se ha iniciado el Centro Socio Sanitario de Tahíche); hablamos de planificación urbanística (no se ha aprobado ningún plan de ordenación); hablamos de muchas cosas que se prometieron y, como siempre, quedaron en el aire. Entendería ella que se trataba de inversiones que había que exigirles a los gobiernos nacionalistas, pero que no corrían tanta prisa si los gobiernos eran socialistas, como es el caso.
Así las cosas, Lanzarote va terminando la legislatura como la empezó, sin que se haya llevado a cabo ninguna de las grandes obras pintadas, como siempre, en los papeles, y olvidadas a la hora de la verdad.
Ahora Torres anuncia, no solo esa enorme inversión de 95’5 millones en una obra en Tenerife, sino que declaraba su total compromiso para que esta isla recuperara el tiempo perdido con las carreteras y mejorara su movilidad. Para ello anunciaba un impulso clave logrado en esta legislatura a 13 de los 16 proyectos incluidos en el Convenio de Carreteras 2018-2027 para la isla. Nos alegramos, no puede ser de otra manera, por los tinerfeños, pero nos vuelve a surgir la duda de qué ha hecho Lanzarote, la tercera isla de Canarias, para merecer esto.
Hay que recordar que de todo lo prometido en las últimas cuatro legislaturas no se ha llegado a realizar ni un 50%. Y, ¿qué es lo que sí se ha hecho? Un par de rotondas, algún arreglo menor y ni una sola vivienda de todas las prometidas a bombo y platillo.
No nos gusta insistir y repetirnos, pero no nos dejan otra opción. Al final la lectura vuelve a ser la misma: Tenerife, sí. Lanzarote, no.