El mejor plan de sostenibilidad para Lanzarote
El Cabildo Insular presentaba a finales de abril la propuesta preliminar del 'Plan de Sostenibilidad Turística de Lanzarote'. Hay que valorar estas iniciativas, ya que resultan imprescindibles para la isla, pero más allá de este tipo de planes, a corto y medio plazo, es preciso que la primera institución insular siente las bases para resolver los grandes problemas estructurales de la isla, que son cada vez más evidentes.
Porque de poco vale ese plan de sostenibilidad turística, por muy pionero y necesario que también sea, si no tenemos una buena red de carreteras, un paisaje cuidado, una eficiente y moderna infraestructura de aguas, menos contaminante que la actual, unas plantas depuradoras que, cuando todo vuelva a la normalidad, no nos obliguen a tirar toneladas de agua sin tratar al mar como hasta ahora (algo que siempre se ha ocultado y supone el mayor atentado ambiental que se produce en la isla)…
El Cabildo de Lanzarote, con su presidenta a la cabeza, tienen una oportunidad única, ya que coincide el color político del Gobierno de España, de Canarias y del propio Cabildo… Nunca antes mejor que ahora se han dado las condiciones para poner las bases del crecimiento y desarrollo de grandes infraestructuras de Lanzarote. Y no entramos en obras menores, pero necesarias, como la entrada y la circunvalación de Playa Honda, imprescindibles para regular todo el tráfico que llega a la localidad desde Arrecife, Teguise y el norte de Lanzarote, y que vaya directamente a la carretera sur; no hablamos de la nueva Ciudad Sanitaria, un tema que no es para hoy pero no está demás ir poniéndolo sobre la mesa si se tiene en cuenta su imperiosa necesidad; ni tampoco del famoso carril bici, tan traído y llevado y siempre olvidado, obras todas ellas necesarias para la isla que nos merecemos.
No solo eso. También es preciso pensar en un plan serio para soterrar gran parte de los espantosos postes de luz y torretas de telefónica, necesarios, pero en contradicción evidente con el discurso de “Lanzarote, Reserva de la Biosfera”, que los políticos tanto usan con esa alegría que permite la demagogia.
Los planes de sostenibilidad turística para Lanzarote, insistimos son necesarios. Pero hay que empezar por poner la isla al día en los grandes temas. No hay que inventar demasiadas cosas. No. No hay que echar grandes dosis de imaginación a los proyectos que se están poniendo en marcha. No necesitamos supuestos grandes expertos que vengan a contarnos cuentos chinos y obviedades. Primero lo primero. Y la realidad de la isla es que las infraestructuras de Lanzarote están envejecidas, obsoletas y han dejado de ser eficientes. Al contrario, resultan cada vez más problemáticas para la población que sufre atascos, cortes de agua constantes, deficiencias sanitarias… Su mejora, dejando de lado lugares comunes, grandes y ostentosos proyectos y argumentos vacíos que suelen quedar en nada, sería nuestro mejor plan para asegurarnos una Lanzarote sostenible y con mayor atractivo turístico. Y es el momento de hacerlo es ahora. No debemos perder esta oportunidad de usar adecuadamente ese reguero de millones de euros del Estado y de la Unión europea prometidos para Canarias. No se puede empezar la casa por el tejado como pretenden algunos.