Puerto de Arrecife, nueva polémica

Por Antonio Coll 

Como era de suponer, la Autoridad Portuaria del Puerto de La Luz, aunque también, por ahora, de Arrecife y Puerto del Rosario, posee una capacidad enorme para crear polémicas e incordiar, sobre todo a la isla de Lanzarote. La verdad, yo me quedo estupefacto de todas las piedras que pone en el camino cuando se trata de invertir en infraestructuras portuarias del Puerto de Arrecife. Son muchos años padeciendo la desidia y el despótico proceder con los lanzaroteños. Desde que la Cámara de Comercio, Turismo y Navegación de Lanzarote, junto con el Cabildo, emprendieron la reivindicación de conformar una Autoridad Portuaria autónoma en la isla, los dirigentes “provinciales” han intensificado su campaña persuasiva de visibilizar los “inconvenientes” de la independencia del Puerto de Arrecife, con acciones reprobables y contaminantes. El objetivo es confundir al Ministerio de Fomento y al propio Gobierno de Canarias. El papel del senador popular, Joel Delgado, de informar al nuevo ministro de Fomento español de continuar con la gestión de la anterior ministra, Ana Pastor, de ponerse a favor de la iniciativa de una Autoridad Portuaria independiente y de exigir, hasta que se supere los trámites pertinentes, de que la Autoridad “provincial” cumpla con lo previsto en el Plan Director del Puerto de Arrecife, aprobado en el 2006, me parece plausible. Digo esto porque, recientemente, el presidente de la Cámara lanzaroteña, José Torres, ha mostrado públicamente su preocupación al tener noticias de que la Autoridad de Las Palmas pretende modificar el cierre sur del Puerto de Arrecife del citado plan director. El ejecutivo cameral advierte que el supuesto cambio, “perjudicaría gravemente la capacidad y maniobrabilidad del tránsito en la entrada de buques y barcos contenedores, en el muelle de Los Mármoles”. Yo desconozco el “supremo” interés de Luis Ibarra y los componentes de su leal consejo de administración, -con la excepción de Pedro San Ginés- de incumplir con el vigente plan director, a pesar de la existencia de un acuerdo plenario del gobierno insular, en favor del cumplimiento y, además, que se ejecute las obras en el plazo previsto, con la inversión establecida, Mientras estas maniobras insensatas, solapadamente, se realizan, me informan que el “mandamás” Luis Ibarra y sus fieles consejeros, han solicitado a Madrid, más de diez millones de euros para invertir en los muelles Reina Sofía y Santa Catalina, en el Puerto de La Luz. Y hago constar, que no me opongo a dichas inversiones, siempre y cuando no sirva para recortar el presupuesto destinado al Puerto de Arrecife, con el manido discurso de escasas partidas para los puertos de Lanzarote y Fuerteventura. Para un territorio insular, el puerto es una infraestructura de máximo interés y ha de reunir todas las condiciones óptimas para estar operativo los 365 días del año. Las inclemencias del tiempo o temporales del sur, como es el caso de Arrecife, no pueden ser obstáculos para impedir los atraques de los buques y contenedores que arriban a la capital. Corresponde al Gobierno de Canarias y al propio Ministerio de Fomento exigir, oficialmente, a la Autoridad Portuaria de Las Palmas a cumplir con sus obligaciones y proteger a todos los puertos ubicados en las tres islas.

Tengo que destacar los recientes encuentros entre altos cargos del Puerto de Huelva, en la Cámara de Comercio de Lanzarote, con empresarios lanzaroteños, representantes de empresas navieras, consignatarios, la consejera de Industria del Cabildo y el propio presidente del ente cameral. Entre las conclusiones de más interés, se destacó la importancia del Puerto de Arrecife, como punto estratégico para conectar la ciudad andaluza con Canarias y África Occidental, al estar ubicado el puerto capitalino en la isla ultraperiférica canaria más cercana a la Unión Europea. En la jornada, se hizo hincapié de la importancia de fomentar las conexiones y el tráfico marítimo, entre ambos puertos. Esto significa una posición geoestratégica del Puerto de Arrecife y sobresale las oportunidades de negocios para todos. Por eso insisto que poseer una Autoridad Portuaria independiente, en Lanzarote, es clave, ante el temor de que singulares iniciativas sean frenadas por el ente portuario “provincial”, de la que ya estamos, penosamente, acostumbrados, escarmentados, quemados y, lo peor, desvalorizados.