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No hay petróleo

Por Antonio Coll

 

El PP de Lanzarote, estima que el Cabildo de Lanzarote ha “despilfarrado” más de 500.000 euros, en su campaña propagandística contra los sondeos de investigación, realizados por Repsol, frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, para el hallazgo de hidrocarburos. Como bien es conocido, dichas prospecciones han sido negativas, en cuanto calidad y cantidad de gas y petróleo. En este sentido, los populares han solicitado, formalmente, la disolución de la Oficina Global anti-petróleo del Cabildo y el cese del correspondiente asesor. Similar actitud mantiene el presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, quien ha manifestado que “el debate hay que finiquitarlo” y que los dirigentes políticos se dediquen a resolver problemas de más calado como “el paro, la educación, la sanidad y la pobreza”.

 

A pesar de que ahora ya no hay ninguna justificación, el grupo de gobierno, conformado por CC-PSOE, ha manifestado que seguirá manteniendo la Oficina de Acción Global contra el petróleo y a favor de las renovables. A mi entender, seguir con el derroche de dinero para mantener un departamento “propagandístico”, sin ninguna utilidad de interés público, ¿alguna vez la tuvo?, me parece una actitud prepotente y carente de coherencia política. Siempre fui crítico por las estrategias erróneas, utilizadas por los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura y por el propio Gobierno de Canarias. El tiempo me ha dado la razón. Todo, solo ha servido para malgastar tiempo y mucho dinero, a falta de una auditoria, que para el PP es imprescindible porque “los ciudadanos tienen el derecho a saber las cantidades económicas destinadas a las distintas acciones de la campaña contra el petróleo”.

 

Si antes de los sondeos, los argumentos “catastrofistas” de CC y PSOE, ya no se sostenían, ahora, en la nueva realidad, menos. Es cierto, que en un principio hubo una determinada repercusión pública y suscitó interés, todo envuelto en confusión y ambigüedades. Pero con el paso del tiempo, la propaganda “oficialista” fue perdiendo fuelle, cuando se fue centrado el debate y a la “opinión pública” se le fue informando de forma más racional y neutra. Es cierto que, en el terreno de las negociaciones, entre las partes implicadas: instituciones públicas canarias, españolas y Repsol, no tuvo un inicio capaz de canalizar bien el entendimiento para los sondeos. La beligerancia se impuso y, naturalmente, en ese panorama, se hacía difícil crear confianza y una negociación conciliadora. Con todo, los pronunciamientos de los tribunales de justicia fueron echando por tierra todas las demandas de los cabildos insulares de las dos islas y del propio ejecutivo canario. En vista de ello, el propio Presidente Paulino Rivero, cambió de estrategia y declaró en el Parlamento que “en caso de hallarse hidrocarburos, se negociará la titularidad de los recursos y serán los canarios los que decidan si quieren extraerlo o no”. Este nuevo postulado, me pareció más inteligente por entablar una negociación más constructiva y pragmática. Entre tanto, el gobierno del Reino de España, decretó por ley un canon para la comunidad canaria, en caso de hallarse hidrocarburos.

 

Recomiendo al grupo de gobierno del Cabildo, que ya no pierda más tiempo y dinero, cuando ya el “problema” ha quedado resuelto y Repsol ha decidido no continuar con las prospecciones enfrente a nuestras costas. El líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, lo ha definido de forma muy escueta: “El debate está finiquitado”.

 

Recomiendo al gobierno insular que se centre en resolver los problemas serios de la isla, acentuados por la prolongada crisis económica. Cuando llegue el 24 de mayo, ya nadie se acordará del “petróleo”, del infierno y del espejismo “piche” esparcido por nuestras playas.

 

Y que nadie olvide que la libertad económica es sinónimo de calidad de vida. La austeridad y recortes sociales aparecen cuando se practican políticas populistas y sin rigor. Pero esto es otra historia.

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