Manrique, Lancelot y la Fundación
Por Antonio Coll
Mi actitud personal siempre ha sido muy respetuosa con la Fundación César Manrique, evitando hostilidades y menos beligerancia por la forma de proceder de sus dirigentes, en la vida cultural, social y política de Lanzarote, en los últimos tiempos, después de la desaparición de César Manrique, el 25 de septiembre de 1992, año en la que inició, oficialmente, las actividades la citada Fundación. Circunstancias personales y periodísticas me obligan a reflexionar y a exponer diferentes consideraciones porque, desde hace mucho tiempo, contemplo un escenario bastante retórico que desvirtúa la realidad, la lógica y la misma perspectiva histórica.
Con el artista Manrique mantuve unas relaciones muy cordiales, desde que fundé el grupo Lancelot, en 1981. La hemeroteca del semanario Lancelot es fiel testimonio, no solo de su obra y actividades artísticas, sino de su espíritu crítico, autónomo, alternativo y comprometido con el devenir de la isla de Lanzarote. Siendo presidente de la Asociación de la Prensa de Lanzarote y Fuerteventura, adscrita a la FAPE (Federación de Asociaciones de la Prensa Española), se le concedió el “Premio a la Comunicación”, -año 1991-, primer galardón recibido en vida, en la isla. La portada número 100 del semanario Lancelot lleva su sello, a través de un óleo, que de forma altruista, realizó para conmemorar la citada efeméride de la publicación. Su relación con el equipo de Lancelot fue muy estrecha y su presencia, en múltiples actos de aniversarios de la revista, confirma su íntegra relación. En 1995, impulsé, con el grupo Lancelot, el rodaje y la producción de la primera película biográfica del artista universal lanzaroteño, titulada: “César Manrique, Vida y Obra”, (71 minutos), gracias a la convocatoria de un proyecto audiovisual para Canarias, propulsado por la Unión Europea. A través del Gobierno de Canarias, la empresa Editorial Lancelot fue subvencionada con 18 millones de las antiguas pesetas para cubrir parte de los altos costes de la producción. La película monográfica fue catalogada como uno de los proyectos audiovisuales mejores realizados, entre cientos de expedientes, presentados en toda Canarias. En la hora y once minutos, se proyectan imágenes inéditas del pintor-urbanista, en vivo y se muestra las más importantes obras y la estrechísima relación entre Manrique y su isla natal, simbiosis de la que surge la marca Lanzarote, declarada, posteriormente, como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. En la misma carátula del DVD, escribo que la visión de futuro de Manrique, ha permitido un desarrollo turístico de primer orden que ha garantizado la salvaguarda del patrimonio natural, artístico y cultural de Lanzarote. Hasta este año, - 7ª Reproducción- se han realizado más de 60.000 unidades en formatos Videos y DVD-R, en versiones en español, inglés y alemán. También el grupo Lancelot ha publicado en diferentes épocas, publicaciones monográficas sobre Manrique. La excelente acogida a los citados productos, ha obligado a Lancelot Medios a continuar con la difusión y de esa forma, contribuir a que la obra del artista, sus planteamientos integradores en el arte y la naturaleza, siga ocupando el universal puesto que le corresponde y sea valorado como uno de los grandes hijos de las Islas Canarias.
Manrique, patrimonio de todos, de Lanzarote
César Manrique apostó por un futuro de progreso, de bienestar, siempre en la simbiosis hombre-naturaleza. El artista fue siempre consciente, gracias a sus conocimientos adquiridos fuera de la isla, en sus múltiples viajes por el mundo, que un desarrollo sostenible, inteligente y de calidad, situaría a la isla de Lanzarote, en el ámbito turístico, en un destino de primer orden internacional, como así ha sido y lo confirma las crecientes cifras de llegadas de visitantes que ya superan los dos millones cada año.
Corresponde a la Fundación que lleva el nombre del artista, conservar y difundir la obra pictórica de Manrique, como institución cultural privada. Pero he de matizar que esa circunstancia no le otorga privilegios, en el intento de convertirse en un poder político y social para marcar las directrices que se ha de seguir en la isla, y sobre todo, “proclamarse” como poseedor de “verdades absolutas”. Porque entiendo que inmiscuirse en ámbitos que no le corresponde, traspasando su objeto social, me parece a mí que solo alimenta hostilidades y se aleja de su función pedagógica por la que fue creada por su fundador. Me parece acertado su defensa al medioambiente, desarrollo sostenible y la cultura ecológica, pero en un clima sosegado y alejado de actitudes y comportamientos inquisidores y justicieros. Y lo digo porque hay sospechas de que la institución cultural pueda ser patrocinadora o estar detrás de una web de “humor gráfico” que pretende ser satírica y dirigida por un político y dirigente de la formación “Podemos”. No está en mi ánimo de coartar la libertad de expresión del citado portal digital, aunque difiera de muchos de sus contenidos absurdos, arbitrarios y partidistas. No obstante, me preocuparía inmensamente que una Fundación, que lleva el nombre de Manrique, preste su apoyo y tolere semejante web tóxica y contaminante. Lo catalogaría de una estrategia regresiva y desconcertante. El propio artista, incluso, no toleraría semejante web que se dedica, exclusivamente, a una permanente persecución inquisidora y partidista a destacados dirigentes políticos, determinados empresarios turísticos lanzaroteños, medios de comunicación, pintores, funcionarios públicos y periodistas, entre otros, solo por la circunstancia de no comulgar con sus ideas estrambóticas y excéntricas. Corresponde a la propia Fundación desmentir públicamente una supuesta complicidad, en boca de mucha gente.
