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¿La solución?

Sara González

 

 

 

 

“Hay que tener autoabastecimiento para dos o tres días

Al ser una isla estamos rodeada de parte de este noventa y siete por ciento de agua salada”

 

¡Qué cantidad de impuestos pagan los que viven en Arrecife y en las zonas turísticas! Seguro que se le va mitad de sueldo en pagar las contribuciones y las facturas. Hasta me atrevería a decir que pagan las del resto de la isla, porque no es normal que siempre sean las mismas localidades las que tengan averías en las tuberías. ¡Qué casualidad!

 

Aunque pensándolo bien, las casualidades son hechos aislados que resultan inesperados por ser poco previsibles, es decir, ser un hecho sorpresivo, atónito, que te deja con la boca abierta y la mandíbula casi rozando el suelo de la perplejidad.

 

Cuando estas dinámicas se repiten con regularidad, pues todas estas impresiones y sensaciones que despiertan en ti, y que se encuentran mencionadas en el párrafo anterior, pues simplemente carecen de sentido y se convierten en una mezcla de enfado, indiferencia, aburrimiento y rabia, que si lo unes todo se te pone cara seria, con facciones fuertes, que ni hola te dicen por la calle. No vaya a ser que muerdas.

 

Pero para tranquilidad de las personas, no. No te van a morder, ni a comer. Simplemente están ‘hasta la coronilla’ de estar siempre perjudicados con la excusa de: “Vives en Lanzarote, sabes que es una zona seca, en la que llueve poco y debes tener tanques o aljibes en tu casa”.

 

Claro, ellas no sufren este ‘corte puntual en el suministro del agua’. Porque sí. Hay que tener autoabastecimiento para dos o tres días, pero no para casi una semana contantemente. Teniendo en cuenta datos como, el agua es un bien preciado escaso en el planeta, aproximadamente el setenta por ciento de la superficie de la Tierra es agua, y alrededor del noventa y siete por ciento del agua se encuentra en los océanos y mares, o lo que es lo mismo, es salada.

 

Si a esto le sumamos que teniendo en cuenta la tendencia meteorológica de esta zona en la que las precipitaciones parecen que han pasado de ser escasas a casi inexistentes, de que al ser una isla estamos rodeada de parte de este noventa y siete por ciento de agua salada, y siendo en Lanzarote donde se colocó la primera desaladora de Europa, podemos continuar en este empeño por potenciar el autoconsumo de agua, por del cielo aquí cae poco.

 

Por lo que, tras tantas averías, en los mismos puntos, creo que, si durante décadas no se han arreglado por sí sólas, no me parece a mí que tenga la pinta de arreglarse por sí mismas.

Independientemente del nombre de la empresa que se encargue del agua y de la clase política pasada, presente y futura, con sus respectivos colores políticos, ¿a nadie se le ocurre la osada idea de cambiar las tuberías viejas por otras nuevas? ¿Un gran obstáculo a quién le toque? Sí, sin dudarlo. ¿Pero no sería este el comienzo de la solución al problema? Así al menos no se perdería parte del agua ya desalada. ¿No?

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