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La lista

  • Lancelot Digital
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    Según el último balance del Ministerio del Interior, presentado el 15 de este mes, en lo que va de año han llegado a Canarias cerca de 20.000 personas, un 160 por ciento más de las que llegaron el año anterior en la misma fecha. Ante esa situación, Fernando Clavijo insistió en la necesidad de una respuesta conjunta de las instituciones del Estado, que impliquen la colaboración de todas ellas para ayudar a resolver o al menos a paliar el problema. De la emigración, especialmente el de la atención a los jóvenes y menores no acompañados, de los que hasta ahora se ha hecho cargo Canarias en solitario. Clavijo pidió al Ministerio de Defensa, la cesión de sus instalaciones en desuso en las islas, alegando que podrían ser habilitadas en apenas un mes “para atender a esos niños”, y evitar su amontonamiento en carpas y otros recursos provisionales.

     

    Su petición fue respondida precipitadamente desde el Ministerio de Margarita Robles, señalando que las instalaciones militares en las islas son estratégicas para la defensa nacional, lo que decidió al Gobierno de las islas, ante la absoluta escasez de espacios para albergar a los chicos, a instalar carpas en Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura.

     

    Ahora, coincidiendo con el cauteloso avance de las negociaciones para la reforma de la Ley de Extranjería, en las que el Gobierno ha dado algunos pasos garantizando que Cataluña tendrá que cumplir con el reparto igual que el resto de las regiones, incluso aunque se transfiera a la Generalitat la totalidad de las competencias en emigración, el Ministerio ha querido precisar los motivos de su negativa a ceder espacios en desuso y ha aclarado que en realidad, lo que ocurre es que no quedan espacios en desuso, porque Defensa ya ha colaborado en las islas con todo aquello de lo que podía disponer. Según defensa, los militares de Canarias se han quedado con el terreno mínimo para poder desarrollar su trabajo, tras las cesiones a Canarias para acoger migrantes. El Ministerio asegura haber cedido casi 400.000 metros cuadrados de terreno en las islas, y además ofrece ahora otras veinte instalaciones en distintos puntos de la geografía española, para acoger a los menores que se trasladen desde Canarias.

     

    Es cierto que cuando se agravó la crisis migratoria, a finales del año pasado, Defensa puso a disposición del Ministerio competente –el de Inclusión- hasta siete localizaciones en el Archipiélago, entre terrenos y cuarteles. Concretamente el Ejército de Tierra ha cedido a Migraciones el campo de maniobras y tiro La Cancela, situado en el Hierro y ya colapsado por la llegada masiva de pateras y cayucos a la isla. En Gran Canaria se entregó el acuartelamiento General Alemán Martínez; el cuartel Teniente Coronel Valenzuela, en Fuerteventura; y en Tenerife dos acuartelamientos más y el terreno de Las Raíces, renunciando a su uso como campo de entrenamiento. Con eso, el despliegue del Ejército en Canarias dispone de instalaciones mínimas para poder cumplir con su función. Además de esos cuarteles y fincas en las islas, Defensa entregó para la misma función dos cuarteles más en Madrid –uno en Carabanchel y otro en Alcalá de Henares- y un viejo hospital militar abandonado en Cartagena. Cierto es que se trata de instalaciones donde se da hospedaje presta atención fundamentalmente a emigrantes adultos. Eso no resuelve la escasez de recursos que denuncia el Gobierno regional, en lo que a menores se refiere. Pero la cuestión que queda en el aire es quien tiene de verdad razón: si Clavijo, que asegura que hay instalaciones que no se usan y que podrían ser utilizadas para paliar la crisis que viene, o Margarita Robles, cuando asegura que ya no existen más instalaciones que puedan ser cedidas. Si Canarias dice la verdad, o la dice Defensa.

     

    La ministra Robles ha elaborado su discurso de justificación explicando lo que ya se ha entregado (de un Ministerio a otro, conviene recordar), y adelantando que su departamento piensa ofrecer otras veinte ubicaciones para dar cobijo a los que lleguen. Todas ellas están en la Península y Defensa asumirá de sus propios presupuestos el acondicionamiento de los terrenos e instalaciones que ceda.

     

    Quizá Clavijo debería facilitar la lista de las instalaciones que Defensa no usa en la isla. Y así sabremos lo que de verdad está ocurriendo. Porqué resulta extraño que sea tan fácil encontrar y acondicionar instalaciones fuera, y cueste tanto hacerlo donde de verdad nos enfrentamos con más dramatismo al problema.

     

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