El espacio
Francisco Pomares
Dicen que el espacio se expande y que se seguirá expandiendo hasta que empiece a contraerse, y que luego será como un big bang al revés. Preparándose para esa situación, y dado que su espacio ha de contraerse más tarde o más temprano, los partidos políticos chicharreros andan metidos en una guerra por el espacio de los otros, con el presupuesto del Cabildo de Tenerife como telón de fondo: el alcalde Bermúdez criticó con contundencia que las inversiones del Cabildo en la capital sean equiparables a las de Fasnia. Provocó la enfadada reacción del presidente del Cabildo, asegurando que el alcalde exageraba, aunque las cuentas presentadas por el Cabildo no desmienten la afirmación de Bermúdez. Seguramente lo que hay es un error de interpretación o de presentación de los cuadros, pero a los efectos, que lo haya o no es bastante irrelevante, en términos políticos: tras la negativa de Podemos de sostener el presupuesto si hay dinero para poner en marcha el circuito del motor, convertido por el partido morado en la línea roja de su apoyo a Pedro Martín, y la subsiguiente advertencia del vicepresidente Arriaga de que si no hay dinero para el circuito su grupo no apoyará el presupuesto, Martín inició contactos con las otras fuerzas políticas y parece que medio apalabró un compromiso del PP de hacer posible la aprobación de las cuentas insulares de 2023, de lo que la mayoría de los tinerfeños nos congratulamos: el rechazo del presupuesto supondría para la isla y sus vecinos un verdadero drama, se perderían becas, ayudas y subvenciones que constituyen una parte importante del dinero cabildicio, y también las inversiones previstas. El PP de Manuel Domínguez hizo un quiebro, y lo justificó como lo haría un vendedor de especies: si Coalición puede apoyar en Madrid los presupuestos de Sánchez a cambio de que la guagua salga gratis, bien puede el PP apoyar en Tenerife a Pedro Martín a cambio de ya se verá qué.
Tiene toda la razón Domínguez: la política que hay que hacer es la que acerca, no la que enfrenta y divide aunque perjudique a los ciudadanos. Bermúdez contestó con cierto apresuramiento que nadie del PP podría apoyar unos presupuestos que maltratan a Santa Cruz de Tenerife. Se precipitó, porque habrá que ver si lo que logra el PP en la negociación presupuestaria mantiene esa comparativa con Fasnia que Pedro Martín desmiente.
Las acusaciones de maltrato presupuestario a los municipios son un clásico local. Cuando Pedro Martín era alcalde, sus críticas a la distribución de fondos del Cabildo (entonces en manos de Coalición) eran constantes. Lo que toca ahora es que él las soporte.
Lo que descoloca es escuchar al concejal santacrucero Carlos Tarife, decirle a su alcalde con desparpajo que él no es quien para imponerle al PP como tiene que actuar. Es una obviedad, pero dicha así en voz alta, a menos de seis meses de las elecciones suena más a precalentamiento electoral que a calentura real. Lo que pasa es que a Tarife se le señala en los mentideros como dispuesto a mercar un acuerdo con el PSOE tras las próximas elecciones, siempre que Patricia Hernández le ceda la alcaldía, siquiera sea en time-sharing. Su aspaviento conminatorio a Bermúdez ha sonado a aviso a navegantes.
Es poco probable que realmente lo sea: el PP aún no ha definido quien será su candidato, y desde luego no va a serlo alguien que estuviera dispuesto a romper la disciplina del partido y montarse un ‘numerito palmero’. Tarife ha protestado porque Bermúdez sacó pecho antes de que tocara hacerlo, sin conocer que va a sacar el PP del acuerdo con el Cabildo, además de más pasta para Los Realejos, Santiago del Teide y La Guancha, que son los ayuntamientos en los que controla la cuadra.
Mientras todos pisotean el espacio ajeno a cuenta del gasto insular, la candidata chicharrera de Nueva Canarias, Odalys Padrón, vieja conocida en las lides municipales, salió en tromba a criticar a Pedro Martín por maltratar a la ciudad, apropiándose del discurso de Bermúdez. Así está el patio: Tarife arremetiendo desde el PP contra su socio el alcalde. Y doña Odalys desde Nueva Canarias señalando la racanería del socialista Pedro Martín con la capital. Es otro clásico electoral: socios contra socios en busca del espacio próximo, todos contra todos a ocupar un patio que se contrae.