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Mueso Submarino, se hace justicia

 

  • Lancelot Digital

  • El anuncio de la próxima reapertura del Museo Atlántico situado en Playa Blanca no sólo es una buena noticia para Lanzarote, sino un acto de justicia. La equivocación cometida por la anterior administración liderada por el PSOE de Dolores Corujo de abandonarlo a su suerte y, peor aún, de desacreditarlo con argumentos provincianos, se debe y se puede corregir ahora como ha asegurado el nuevo presidente del Cabildo de Lanzarote, el nacionalista de CC, Oswaldo Betancort.

     

    A muchos socialistas la estrategia de Carlos Espino de desprestigiar y acabar con todas las obras y acciones emprendidas en la etapa de San Ginés, no sólo les produjo vergüenza ajena sino profundo rechazo que quedó en silencio por miedo al que manda. No digamos al común de los ciudadanos de Lanzarote que de manera mayoritaria no comulgaban con esas actitudes enfermizas por las que la anterior presidenta de Cabildo se dejó arrastrar animada por la prensa amiga, que aplaudía y festejaba con desvergüenza el "ataque" a una obra de arte.

     

    Talibanes de lo público

     

    Y no sólo fue abandonar a su suerte un Museo Submarino, desligando su gestión del Cabildo, de su creador, lo que llamó la atención del público. Fue el intento de borrar de los canales promocionales propios de los Centros Turísticos una oferta de lujo y distintiva y hacerlo al peor estilo talibán, con ignorancia y fanatismo. Precisamente eso, lo distinto es lo que se castigó. El llamado PSOE talibán o del despacho (la trama jurídico-mediática que todo lo empaña) no soportaba el éxito que tuvo el lanzamiento de ese Museo Submarino realizado por un artista británico de renombre internacional, el primer Museo Submarino de Europa, y que reforzaba la imagen internacional a Lanzarote.

     

    A eso se une el miedo-escénico de la FCM que nunca ha querido que los Centros Turísticos crezcan, ni se modernicen con otra oferta distinta a lo realizado por nuestro genial artista, César Manrique. Su odio y empeño en descalificar la figura de San Ginés y de Jason deCaries, llegó al extremo de Dolores Corujo contratar un buque que vino de Gran Canaria a Playa Blanca para extraer dos de las 400 figuras que al parecer fueron inspiradas en el abogado Calatayud. Por suerte, no encontraron en su viaje a las profundidades la "estatua" presuntamente de San Ginés. A esa locura hay que sumar la de retirar los llamados caballos de la apocalipsis de deCaires en la bocana de Naos porque decían que "ensuciaban" la obra de Manrique en el Castillo de San José. En fin, hoy ha vuelto la razón y la luz al Cabildo y se ha acabado con la borrachera sectaria de la que encima presumió la anterior administración socialista.

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