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Un equipo de investigación lleva 8.000 litros de agua a la antigua presa de Alegranza para ayudar a los halcones Eleonor


Esta presa, utilizada por las aves para bañarse y beber, se había secado en los últimos años, obligando a las aves a que tuvieran que desplazarse a grandes distancias abandonando sus nidos

 

Lancelot Digital

 

Más de 8.000 litros de agua dulce. Es es la cantidad que el equipo de investigación de la Estación Biológica de Doñana, CSIC, llevó el pasado a la antigua presa de Allegranza para ayudar a sobrevivir a los halcones Eleonor y a otras aves

 

Según explica Laura Gangoso, esta antigua presa es un lugar al que acuden estos halcones, así como otras aves, a beber y bañarse "para librarse de la abrasión de la sal". Sin embargo, "la colmatación por la erosión y la sequía de estos dos últimos años propició que se secara totalmente".

 

"En plena reproducción y con la presa seca, los halcones se ven obligados a desplazarse grandes distancias, abandonando sus nidos en busca del tan preciado recurso, con el consiguiente riesgo para el éxito de la reproducción", explica Laura Gangoso.

 

Así, ante esta situación, el equipo de investigación de la Estación Biológica de Doñana, CSIC, decidió actuar y volver a llevar agua dulce al embalse. "El objetivo se preveía complicado. La presa está situada en un barranco, a una altura de veinticinco metros sobre el nivel del mar y a trescientos metros del punto de fondeo más cercano. Se necesitaba un barco cisterna, una bomba capaz de impulsar el agua y muchos metros de manguera", relata Gangoso.

 

Para ello y "afortunadamente", pudieron contar "con la desinteresada ayuda y colaboración de personas y entidades privadas y particulares de la isla de la Graciosa para conseguir el material necesario, así como los propietarios de Alegranza, que se sumaron a esta titánica maniobra".

 

El 5 de agosto consiguió zarpar el barco Sol y Playa cargado con 8.000 litros de agua potable. "Con gran esfuerzo, conseguimos desplegar las mangueras, subirlas a la presa y activar la bomba. Lamentablemente, la presión ejercida no fue suficiente y tras horas de intentos frustrados, hubo que desistir y el barco regresó a La Graciosa aun con su carga intacta", explica Laura Gangoso.

 

Pero "caer es aprender a levantarse" y, así, no desistieron y solicitaron ayuda al presidente del Cabildo de Lanzarote, quien "rápidamente" consiguió que la empresa gestora del agua de la isla, Canal Gestión Lanzarote, que les facilitó una bomba mejor. "Seis días después, aprovechando una tregua del temporal de viento y mar, se volvió a llevar el tan preciado líquido a su destino", apunta.

 

laura Gangoso explica que "puede parecer que 8.000 litros son una gran cantidad, pero el nivel del agua sólo logró subir unos centímetros y el aporte no durará mucho tiempo, debido a la evaporación", por lo que tendrán que "intentar repetir la operación en las próximas semanas".

 

"Con este gesto conseguimos proporcionar agua a las aves suficiente para unas semanas y, a la vez, demostrar que una tarea que se antojaba imposible para muchos, era finalmente conseguida gracias a la ayuda de gente comprometida con la conservación de este espacio natural único en Canarias", concluye Laura Gangoso, que traslada su agradecimiento a al presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, a todo el pueblo de La Gracuisa y a su concejal delegada, Alicia Páez, al coordinador de medios de la Reserva Marina de La Graciosa, Jorge Cáceres, y a Canal Gestión Lanzarote.

 

 

 

 

 

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