PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Los trabajadores de Endesa se unen para regalar vida

Una unidad móvil del Instituto Canario de Hemodonación se trasladó hasta la central térmica de Jinámar donde obtuvieron 11,25 litros de sangre

 

  • Lancelot Digital
  •  

    Desde hace un año los trabajadores de Endesa y los de la UTE Afesa-Nervión trabajan en el proyecto de desmantelamiento de una de las chimeneas de la central térmica de Jinámar. Hace pocas semanas un grupo de ellos aprovechaba el desayuno para hablar de sus cosas y en la conversación se coló la enorme cantidad de residuos metálicos y líquidos que estaban extrayendo de la obra.

     

    Una parte importante de los residuos, hasta el momento 3.000 toneladas, recibe el tratamiento adecuado y son reciclados, proporcionándoles una segunda vida. Pero, un pequeño porcentaje de los restos extraídos termina en el vertedero, ante la imposibilidad de recuperación. ¡Eureka!. “Tenemos que unirnos para compensar con algo útil la parte catalogada como desperdicio”, apuntó uno de los trabajadores. Y, así surgió la idea de hacer una donación de sangre. Decidieron unir fuerzas en esta cruzada de regalar vida los trabajadores de Endesa destinados a la central de Jinámar, el equipo de la UTE Ufesa-Nervión y los trabajadores de la empresa de Gestión de Aguas de Las Palmas de Gran Canaria, Emalsa, vecinos de la central.

     

    La guagua móvil del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) llegó temprano a las instalaciones de la central térmica de Jinámar siempre bajo el lema: ‘Dona tu sangre para salvar una vida’. A las 9.00 horas varios trabajadores del turno de mañana ya hacían cola a las puertas   del hospitalito para ser entrevistados por el equipo sanitario y si finalmente cumplían los requisitos médicos exigidos poder hacer realidad la donación. Todos unidos por una causa: regalar vida a aquellos que más lo necesitan. En el interior de la unidad móvil aguardaban una doctora, dos enfermeras y la coordinadora.

     

    La coordinadora de la Unidad de Hemodonación y Hemoterapia fue la encargada de iniciar los trámites. Inicialmente 40 trabajadores dispuestos a donar que debían responder a cuestiones previas como la edad (mayor de 18 años y menor de 65), un peso superior a los 50 kilos, haber desayunado, no haber viajado en el último año a zonas endémicas de paludismo o plagas, no realizar prácticas de riesgo que faciliten el contagio de hepatitis o sida, no haber tenido infecciones víricas como catarro o faringitis en la última semana, así como antecedentes de enfermedades, operaciones o tomar medicamentos. Otro paso imprescindible fue la medición de la presión arterial, establecida entre 10 diastólica y 18 sistólica, así como las pulsaciones, que no deben estar por debajo de las 50 ni superar las 110.

     

    La coordinadora de la unidad móvil del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia que se trasladó hasta la central térmica de Jinámar explica que “estos filtros previos garantizan la salud de quienes donan, así como de aquellos que reciben las donaciones. La sangre es analizada una vez extraída, facilitándoles los datos unos días después a los donantes. Muchas garantías para un proceso voluntario, altruista e imprescindible para nuestra sociedad”. Finalmente, pudieron hacer efectiva la donación 25 trabajadores.

     

    El equipo sanitario de la unidad móvil del ICHH mostró su enorme satisfacción, tanto por el buen ambiente generado por los trabajadores como por la buena afluencia del personal que acudió de manera gradual durante toda la mañana y parte de la tarde.

    Comentarios (0)