Un proyecto admirable

Nos enteramos por la prensa esta semana de que Gran Canaria contará con un tren, un magnífico proyecto que atravesará la isla, desde la capital al sur durante 48 kilómetros. Gran parte de ese recorrido no generará impacto visual, no consumirá terreno, algo muy adecuado en pleno siglo XXI cuando hablamos de una isla. Es totalmente lógico. El soterramiento soluciona un problema muy relevante en Canarias y, justo por eso, el Gobierno de Canarias ha sido favorable a soterrar parte de esta obras, así como ha ocurrido en otras obras realizadas en Tenerife, en El Hierro, en La Palma o en Fuerteventura. O tal vez haya sido por la insistencia de sus gobernantes en la idoneidad de esta opción, pudiera ser. De lo que no cabe duda es de que en el caso de Lanzarote no les ha aparecido adecuado, no les ha interesado, no se han querido gastar tanto dinero o, sencillamente, nuestros gobernantes claudicaron nada más empezar y no levantaron más la voz.

En Lanzarote, como siempre, no

Sea como fuere, lo cierto es que mientras en otras islas las inversiones son millonarias y estas cuestiones se solucionan sin generar impacto en el medio ambiente, preservando el territorio existente y soterrando, en Lanzarote, nos hemos encontrado un NO con mayúsculas, tanto en el proyecto de soterrar la vía de Playa Honda como en el caso de Argana. Ha dado igual que se tratara de dos vías por las que pasan a diario miles de coches, ha dado igual que los vecinos lo exigieran por la solución que suponía a ambas zonas, ha dado lo mismo que la oposición se llevara las manos a la cabeza y exigiera igualdad entre islas… un trato justo para Lanzarote. El resultado ha sido el mismo, el de siempre, en Lanzarote no, en el resto de Canarias, sí. Felicitamos a Gran Canaria por su atractivo proyecto, y no nos queda otra que lamentarnos por lo poco que consigue Lanzarote para sí misma.  Desde luego es para hacérnoslo mirar.