Un parque que se cae a pedazos
A trozos. Así se nos está cayendo el parque eólico de Montaña Mina, unas instalaciones que llevan más de una década sin funcionar y que se han convertido en un verdadero peligro para la población de la zona. Todo el mundo está de acuerdo en que hay que desmantelar esas instalaciones. El mayor problema ahora mismo es quién se hace cargo de eso. La empresa propietaria lleva años en quiebra y en concurso de acreedores, por lo que no parece muy probable que vayan a hacerse cargo de este “marrón”. De hecho, es evidente que nos lo vamos a tener que ‘comer’ nosotros.
El toro por los cuernos
La responsabilidad subsidiaria recae por tanto sobre el Gobierno de Canarias. Ya en la pasada legislatura, el Ayuntamiento de San Bartolomé lo intentó por activa y por pasiva cuando se produjo un incidente, pero, ya sea por excesiva burocracia o por la complejidad del caso, el Gobierno del socialista Ángel Víctor Torres no avanzó en absoluto. Prueba de ello es que se ha vuelto a caer un molino y la población ha vuelto a ponerse en riesgo. Lo cierto es que el actual Gobierno de Fernando Clavijo no quiere que ocurra lo mismo y se ha puesto ya manos a la obra, llevando a cabo los trámites obligatorios en estos casos. Con un poco de suerte en cuatro o cinco meses, comenzará la desinstalación de los Molinos de Montaña Mina, aunque siendo realistas y sabiendo lo despacio que van las cosas de palacio, es probable que nos quede un año para que los trabajos se inicien realmente. Esperemos que esta vez, sí sea la definitiva.
