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Polémica visita presidencial

 

  

 

La visita del máximo mandatario del Gobierno de España a Lanzarote, (y esta es la tercera vez que elige nuestra isla para pasar sus vacaciones), se ha visto de nuevo envuelta en la polémica. Es lógico. Estamos hablando del presidente del Gobierno que siempre tiene que estar expuesto a la crítica. Va en el sueldo. Pero no perdamos la perspectiva, ni seamos partidarios. Sánchez caerá mejor o peor a los canarios. Hará cosas criticables e injustas para los canarios y habrá que decírselo. Lo que creemos es que no es el momento. Está en Lanzarote de vacaciones y ha venido a descansar con su familia y punto. Se le pueden buscar cinco patas al gato, le cabreará a las clases medias, la mayoría entre las familias españolas, que mientras no han podido irse muchas de ellas de vacaciones o han tenido que hacer ajustes importantes para poder hacerlo, con una inflación disparatada, ven como el socialista disfruta de una mansión de Patrimonio Nacional con todo tipo de lujos y ventajas. No más que la mayoría de los mandatarios europeos, por otro lado.

 

 

Falsa rueda de prensa

 

No debió Pedro Sánchez, en cambio, hacer esa “falsa” rueda de prensa en el Cabildo de Lanzarote. Posiblemente forzado por las autoridades locales de su misma formación, se vio obligado a salir al paso de las duras críticas que los partidos más importantes del espectro político canario estaban realizando sobre las ayudas a los españoles a la hora de utilizar el transporte público. Unas ayudas justas dada la precariedad y el empobrecimiento de las clases trabajadoras por el llamado impuesto de los pobres: la inflación. La polémica surge porque, mientras que en la península se subvenciona el 100x100 la utilización del tren, en Canarias (que no existen locomotoras) se ayuda con el 50% a las guaguas públicas. Sin duda es discutible esa medida, posiblemente injusta, pero sobre todo torpe. Supone, dentro del paquete económico dispuesto por el Gobierno central para aliviar los efectos perversos de la inflación, una cantidad ridícula. Y, encima, da alas a la oposición en Canarias, sobre todo a CC y PP, para hacer una crítica al presidente de Canarias, el también socialista, Ángel Víctor Torres, como “colaboracionista” al no criticar esa propuesta para Canarias. El presidente del Gobierno de España no debió celebrar esa rueda de prensa con sólo dos preguntas pactadas a Radio Nacional España y a la Televisión Canaria, mientras que el resto de medios convocados no pudieron preguntar. Hubiera sido mejor que se sacara unas fotos en el Mirador del Río o subido a los camellos de las Montañas del Fuego y todos más contentos. Estaba de vacaciones, pues unas fotos de sus vacaciones y punto. Lo otro ya habrá tiempo de recriminarlo cuando termine el tiempo de silencio vacacional. Por lo demás, don Pedro, disfrute de Lanzarote con su familia. Se lo decimos a Sánchez como se lo hemos deseado a Aznar, a Zapatero u a otros mandatarios que han elegido la isla para descansar. Para este medio es un orgullo que se fijen en nuestro destino turístico.

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