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Los viajes de los políticos

 

  • Lancelot Digital
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    Siempre ha sido muy recurrente acudir a la crítica fácil por los viajes de los políticos, pocas veces bien justificados, la mayoría innecesarios y a veces, simplemente, unas vacaciones pagadas por todos. La oposición suele salir siempre en tromba contra esos periplos que se dan los que gobiernan a sabiendas de que el personal está harto de pagar con sus impuestos los "caprichos" de los gobernantes. Hubo un tiempo que en vista de que estas críticas calaban en el electorado, en Lanzarote para aminorarlas también se invitaban a la oposición. Doble gasto inútil, la mayoría de las veces, pero se lograba acallar a la oposición que era cómplice del gobierno. Aunque el más listo fue Dimas, quien, además, en ocasiones, invitó a los periodistas, sin saberse nunca muy bien si lo pagaba de su bolsillo o no. Los periodistas mal pagados (es una de las profesiones peor pagadas por el trabajo que hacen) lo agradecían y había una especie de pacto y una ‘omertá’ sobre el viaje y todos contentos. O cuando se pusieron de moda entre los alcaldes y el propio Cabildo las famosas comilonas navideñas a periodistas y se disputaban cuál era la mejor. Era la época en la que en Lanzarote había más periodistas o gente que trabajaba en los medios de comunicación por metro cuadrado de España y del mundo, posiblemente, los dorados años 90.

     

     

    Myriam se nos fue a Túnez

     

    Ahora ha originado cierta polémica la noticia adelantada por Lancelot Digital de que la consejera de Podemos, la inquieta e inquietante Myriam Barros, se nos fue a Túnez, para acudir en representación del Cabildo a unas conferencias de las mujeres de base. Myriam justifica ese viaje de siete días y siete noches (no fueron tantos como cuenta la famosa canción de Sabina) por su cargo de consejera de Igualdad que ya saben que sirve normalmente para poder justificar cualquier cosa, sobre todo si la jornada tiene la palabra mágica ‘mujer’ que abre todas las puertas y justifica cualquier gasto, sea cual sea. Pero seríamos muy injusto de criticar a Myriam que por lo que nos cuenta ha realizado un viaje modesto a Túnez donde no sólo se ha pagado de su bolsillo las dietas y la estancia espartana (se hospedó en una pensión con seis mujeres más) cuándo en ese cabildo se han realizado viajes de difícil justificación del interes público con presupuestos muchísimo más altos. Quizás el único pero que se puede poner a ese viaje a Túnez, es que Podemos era una formación muy crítica (y hacía bien) con esos viajes/vacaciones de trabajo que organizaban el PSOE y el PP en España. Por, lo demás, agradecer que Barros que al menos haya dado la cara y dado sus explicaciones, como tiene que ser en un cargo público (no todos lo hacen). Ahora serán los lectores lo que opinen y acepten o no las justificaciones de ese viaje a Túnez para hablar de las mujeres y de aquellas que llegan de manera irregular en embarcaciones precarias a las costas de Europa y de Canarias.

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