La tubería de La Graciosa, de interés regional
El Cabildo de Lanzarote, con la presidenta, Dolores Corujo, y el consejero del Consorcio del Agua, Andrés Stinga, al frente, han buscado una solución a la crisis del agua de La Graciosa, que si sale bien, puede ser muy positiva para los intereses de los gracioseros. La decisión adoptada en el último Consejo de Gobierno del Cabildo de pedir al Gobierno de Canarias, que se considere la tubería submarina que une Lanzarote con el núcleo de Caleta del Sebo, de interés regional, para que, posteriormente, el Ejecutivo de Ángel Víctor Torres declare las obras de emergencias, es una operación política que puede acabar con la crisis del agua de La Graciosa. La oposición dirá que llega tarde, pero más vale tarde que nunca. Y sobre todo si toda esa polémica ha servido para que desde el Cabildo de Lanzarote hayan visto la gravedad del problema en toda su dimensión. Sin duda, tras la crisis del agua del verano creyeron que se podía solucionar desde el Cabildo poniendo una nueva tubería por el procedimiento ordinario. Posteriormente, cayeron en la cuenta de que la burocracia que arrastra una obra de esas características donde hay que pedir permisos a varias administraciones afectadas iba a eternizar las obras. Y más cuando estamos hablando de un Parque Natural.
Gestiones presidenciales
Ante el enésimo corte de agua en La Graciosa saltaron las alarmas en el Cabildo de Lanzarote y decidieron buscar la mejor fórmula para solucionar el problema. La tubería está bizcochada desde hace años y en los últimos cuatro años, lógicamente, ha empeorado. Canal Gestión venía informando desde el pasado mandato de la necesidad de cambiarla lo antes posible para evitar las crisis que se han registrado de manera sucesiva en los últimos años. Lo peor es que en cualquier momento se puede volver a romper y provocar que, de nuevo, La Graciosa se quede sin agua. Ahora viene la Semana Santa y el temor en la población graciosera crece. El número de turistas y residentes creces en esta época. En cualquier caso, la idea es que antes del verano, el Gobierno de Canarias tenga puesta la nueva tubería. Incluso desde el Cabildo se presiona para que entre en funcionamiento en un mes o mes y medio. Ojalá.
