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La sanidad, un cambio a mejor

 

  • Lancelot Digital
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    No todo es malo en la isla. También ocurren cosas buenas, y una de ellas es el cambiazo que ha dado la sanidad insular, desde los años de la Casa del Mar a la actualidad. No tiene nada que ver una cosa con otra, y no sólo por la cantidad de pacientes a los que se atiende, sino por los adelantos tecnológicos y la especialización. Y para muestra, la cantidad de nuevos especialistas que se han contratado. En concreto, en 2024 a cuatro anestesistas, dos psiquiatras, un psicólogo clínico, un microbiólogo, un médico digestivo, un cirujano urólogo, dos cardiólogos, dos hematólogos, dos radiólogos, dos intensivistas, una alergóloga, una pediatra, una facultativa para la unidad del dolor, una cirujana vascular, dos oncólogos, una ginecóloga y un oftalmólogo. Y en enero se incorporarán una neuróloga, un urólogo, un anestesista y un oftalmólogo". Todavía hay mucho que mejorar, sobre todo en las listas de espera de los especialistas, pero se ha empezado con buen pie.

     


    ¿Y los 800 millones de Canarias?


    Es lícito que el PSOE desacredite los Presupuestos del Gobierno de Canarias, prácticamente es lógico dado su papel de oposición. Sin embargo, tal y como ha planteado a los socialistas el presidente del Grupo Nacionalista en el parlamento, David Toledo, también deberían exigir al Gobierno central que transfiera los más de 800 millones que le corresponden a las islas. La ausencia de ese dinero se ve reflejada en las inversiones en vivienda pública, en los problemas de agua, en deficiencias sanitarias y falta de infraestructuras públicas en general en Canarias. Todo eso mejoraría notablemente si el Archipiélago tuviera lo que le pertenece. Además, no es la única deuda del Estado con las Islas, ya que aún estamos esperando por los millones prometidos para hacer frente a la crisis migratoria. Canarias lleva invertido en este capítulo 150 millones de fondos propios. Sería de agradecer que el PSOE exigiera a sus compañeros en Madrid que cumplan lo prometido.

     

     


    Una medida polémica

     


    En una época en el que la burocracia debería ser más ágil, el Gobierno, en un país tan turístico como España, ha aprobado un nuevo registro de viajeros que exige a los clientes de hoteles, viviendas vacacionales y casas de alquiler de coches sin conductor aportar casi medio centenar de datos de clientes. Estas nuevas exigencias, además de dar una mala imagen a los establecimientos al provocar esperas no deseadas, suponen más trabajo para las empresas. Además, es posible que algunos clientes se nieguen a facilitar los datos, al considerar que pueden invadir su privacidad. El Gobierno, por su parte, considera ésta una manera de mejorar la lucha contra el terrorismo y señala que el objetivo es modernizar el registro de viajeros que lleva más de medio siglo sin renovarse a pesar de los nuevos negocios surgidos con las nuevas tecnologías. Creemos que se debe aplicar el sentido común y rebajar burocracia innecesaria.

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