La incómoda muleta que tiene el PSOE
No le debe resultar fácil al partido socialista aguantar el tipo y mantenerse en pie cuando la muleta en la que han confiado su estabilidad, Podemos, se lo está poniendo tan difícil. En esta legislatura, se están teniendo que ‘tragar’ como pueden los desatinos de normativas como la Ley del sí es sí, con sus consecuentes repercusiones legales; la Ley Trans o el referéndum catalán. Sánchez ha tenido que desdecirse y desmentirse a sí mismo en innumerables ocasiones, algo que, por otra parte, a estas alturas de la partida ya no sorprende a nadie. En cualquier caso, insistimos no debe ser plato de gusto. Pero lo del partido morado y sus acólitos no parece tener fin. Aún no se ha calmado la polémica por la cantidad de pederastas y violadores que están viendo reducida su condena por una Ley no tan acertada como el Gobierno creía, cuando sale a la palestra la nueva Ley de Bienestar Animal.
Si te ataca una rata rabiosa, dialoga con ella
Se trata de una normativa impulsada por la ministra Ione Belarra y aprobada en el Congreso con los votos del PSOE, Podemos, ERC y Bildu. La clave de esta nueva Ley está en el importante cambio introducido en el Código Penal al cambiar la denominación 'animal doméstico' por 'animal vertebrado'. ¿Y qué es un animal vertebrado? Pues todo aquel que tenga huesos y un esqueleto articulado o espina dorsal. Ahora, y en virtud de la nueva ley, golpear lesionando a un animal vertebrado, o matarlo, se penará con prisión o multa. Es decir que, si entra una rata en casa, queda totalmente prohibido por Ley tratar de sacarla a escobazos, por ejemplo. Ni aunque te ataque una rata rabiosa. La opción que contempla la Ley es avisar a una empresa encargada para que ‘acabe’ con la plaga.
Contradicciones en la normativa
Esta Ley no ha contentado a nadie porque, por una parte cabrea, en general, a la población que vive en zonas rurales y que no saben cómo van a lidiar, en el día a día, con los animales que pongan en peligro sus cosechas, por ejemplo. Pero es que también enfada a los animalistas ya que no se preocupa del bienestar de los perros de caza (debe ser que algunos señores del Gobierno cazan y eso no les venía bien) y ataca a las colonias de gatos silvestres. Si tu perro o tu gato se escapa de casa, sin que puedas impedirlo, multa al canto. Si tu perro no está inscrito en el registro y tiene descendencia, multa. Y lo que es aún más paradójico es que estará castigado con penas más altas pegar a un perro (entre 3 y 18 meses de cárcel) que a una mujer (entre 6 meses y un año), sin necesidad de lesiones graves en ambos casos. Aún más, el texto no permite el sacrificio de animales «si existen tratamientos paliativos», haciendo esta intervención más complicada en ellos que en las personas. En definitiva, muchos y muy variados problemas, que le están haciendo la recta final de la legislatura, muy cuesta arriba al gobierno de Sánchez.
