Después del 28 M, ¿todos ganan?
Es curioso lo que ocurre con la reflexión que realizan los partidos políticos una vez pasadas las elecciones. Dan bastante igual los resultados, al final, todos ganan. Eso es al menos lo que ellos mismo se cuentan con una falta de autocrítica que resulta como poco paradójica. Pero veamos los resultados, partido a partido. En Coalición Canaria están muy contentos, pero lo cierto es que los nacionalistas pierden concejales en toda la isla y, por tanto, poder municipal. Sólo estarán en Tinajo, en Arrecife y en Teguise. Pierden además al Parlamento, donde eran la fuerza más votada y ahora el PSOE les aventaja. Lo único a destacar ha sido la obtención de la Presidencia del Cabildo arrebatada a los socialistas, eso sí, por un estrechísimo margen.
Una ola azul desaprovechada
En el Partido Popular están todos también muy satisfechos, pero lo cierto es que los populares en Lanzarote no han sido capaces de aprovechar la ola azul surgida a nivel nacional que ha hecho que arrasaran en muchos lugares de España. Han sacado los mismos concejales que en 2019, dos menos en Tías y uno más en Teguise y otro en Arrecife. Los mismos consejeros al Cabildo y el mismo parlamentario regional. La única nota positiva es que han pasado de tercera a segunda fuerza en la capital. Ellos le echan la culpa a VOX, ya que dicen que la división ha dispersado el voto. Es bastante más probable que esos votos a VOX se deban, sobre todo, al voto de castigo de quienes no estuvieron de acuerdo con el pacto entre PP y PSOE en la anterior legislatura. El votante de derechas tiene claro que VOX jamás pactaría con el PSOE y en ello han confiado.
Cambios escasos
En el caso de Nueva Canarias las cosas tampoco han ido demasiado bien. Llegaron portando el estandarte del cambio, pero los resultados no han sido satisfactorios del todo. Aunque han ganado un parlamentario regional por Lanzarote pierden la figura de su líder Román Rodríguez. Está claro que estar en el Gobierno de Canarias no les ha beneficiado. En la isla han obtenido los mismos concejales que tenían en la anterior: dos concejales, uno en Haría y uno en Teguise, perdiendo los que tenían en la capital. La única nota positiva es que en esta legislatura se han presentado con lista propia a todas las administraciones, y que gracias a los pactos realizados con UPY y el MRT, tendrán presencia en Yaiza y en Tías. Esto además les ha permitido tener representación en el Cabildo con dos consejeros y Óscar Noda a la cabeza.
Podemos no salvó el mundo
Vamos con Podemos. Llegaron para salvar el mundo, y la isla, y lo cierto es que se van y han dejado, tanto uno como la otra, igual o peor que estaban. Los resultados han sido catastróficos y solo ha logrado salvar los muebles Nicolás Saavedra en Tías, no así en el Cabildo. También se ha estrellado Nona Perera tanto en Arrecife como en el Parlamento, que deja tras de sí un rastro muy poco considerable. Está claro que gobernar en el Cabildo no les ha servido de demasiado y que el electorado ha castigado su pleitesía al PSOE, con el que prácticamente no se han podido diferenciar sus políticas.
Castigo a la gestión
Llegamos al PSOE. Los socialistas han ganado poder municipal ya que han sido los más votados en cinco de los siete municipios de la isla. Lo negativo ha sido la escasa implantación en Yaiza y el retroceso sufrido en Tinajo. Y el Cabildo. 16.000 lanzaroteños votaron al PSOE en los municipios, pero tan sólo 14.000 lo hicieron al Cabildo. Es decir, Dolores Corujo y Carlos Espino han perdido un 11% de los votos. ¿Los motivos? Todo apunta a que se trata de un castigo a la falta de gestión, a la ausencia de obras, de carreteras, de inversión real en vivienda, a las muchas palabras y pocos hechos, y también, al sectarismo y a las formas. Lanzarote ha dicho así NO. Ellos están muy satisfechos y aseguran que el batacazo en el Cabildo no se debe a que lo haya hecho mal su presidenta y su asesor, sino a Lancelot Medios y a Juan Francisco Rosa, que parecen tener la culpa de todo. Al margen de los cuentos que quiera contarse cada uno a sí mismo, lo cierto es que Lanzarote apostó por un cambio insular y ese cambio ha sido Oswaldo Betancort. Por lo demás, a las formaciones políticas les pediríamos más nivel de autocrítica, aunque solo sea para que puedan solucionar los errores cometidos.