Aldeanismo trivial del Cabildo
La noticia de lo que algunos consideran una mutilación parcial del Museo Submarino Atlántico de Playa Blanca, ideado bajo la administración de CC en el Cabildo, es más grave de lo que parece a simple vista. Y lo grave no es en si el hecho de haber retirado con nocturnidad y alevosía al menos dos figuras de las 300 existentes sino la creencia de que el Cabildo puede hacerlo porque le da la gana y porque quiere hacerlo. Lo realmente peligroso es la prepotencia y el sectarismo demostrado en esa acción lamentable desde todo punto de vista en un estado de derecho y libertades como es España. Esta operación se hizo a traición, nadie sabía realmente que un barco-grúa había sido contratado por los Centros Turísticos para extraer dos esculturas rompiendo la integridad del conjunto artístico del Museo Submarino construido e ideado por el artista de fama internacional, Jason deCaires, el cual debe estar realmente perplejo del aldeanismo de Lanzarote y de sus autoridades. Más alucinado aún debió quedarse al saber que la única razón es que la persona que le sirvió de modelo ahora está imputada judicialmente. Ya les pareció poco "atacar" a los cuatro caballos de la obra artística "Marea Creciente", ubicados en la bocana de Naos, bajo la excusa infantil de que desentonaba con el conjunto artístico del Museo Internacional Castillo de San José.
Censores de Lanzarote
Los dirigentes del PSOE de Lanzarote y el núcleo duro que rodea a la presidenta se han convertido en peligrosos censores, que quieren suprimir de la historia, de manera unilateral, lo que ellos consideran que va contra su criterio moral, a veces estrecho y otras veces laxo, según convenga. Ciertamente, no es una gracieta, ni si quiera una payasada de los asesores de Dolores Corujo. Ojalá fuera eso. Es la imposición de una moral que está por encima de la Justicia ordinaria. Es la demostración de que Dolores y su grupo de talibanes de la moral se creen con la capacidad suprema de decir que es lo bueno y lo malo para Lanzarote. La presidenta del Cabildo se ha comportado como la Reina de Corazones, personaje ficticio del afamado libro "Alicia en el país de las maravillas", una monarca con muy mal genio que se apresuraba a condenar a muerte a cualquiera que osara ofenderla. "Que le corten la cabeza" gritaba. "Primero la sentencia, luego el juicio". Y eso, además de lo otro, es lo que han hecho con la operación ‘Asalto al Museo Submarino’.