Llegar a un aeropuerto para tomar un vuelo implica cuestiones muy diversas, desde llegar a tiempo, pasar correctamente el control de seguridad o facturar nuestro equipaje. ¿Alguna vez te has planteado cuál es el recorrido que hace tu maleta cuando facturas el equipaje. En este artículo vamos a conocer con mayor detalle todos los procesos, por lo que pasa un equipaje facturado. Hay muchas ocasiones en las que una maleta se pierde y nos encontramos con problemas. Cuando se extravía una maleta y esta no vuelve a aparecer es tu deber pedir responsabilidades a la línea aérea.

Tanto la pérdida de equipaje, como el retraso o la cancelación de un vuelo son hechos bastante habituales, y en muchas ocasiones, los pasajeros no saben cómo actuar ni conocen cuáles son sus derechos ante esas situaciones. Las aerolíneas, de manera general, no suelen proporcionar mucha información, por lo que es muy importante que conozcas de antemano la normativa europea antes de volar y así puedas pedir responsabilidades y, más adelante, reclamar un vuelo cancelado o el extravío de una maleta. El propio hecho de la cancelación suele tomar por sorpresa a los pasajeros en el aeropuerto, teniendo muchas dudas y no sabiendo exactamente qué deben hacer.

El recorrido de tu equipaje en el aeropuerto

Cuando entregues tu maleta en el mostrador de facturación, lo primero que se hace es pesarla, para que se pueda cotejar que la maleta que declaras y por la cual has pagado una cantidad en tu billete, se ajuste al peso reglamentario. Si la maleta pesa más de lo que has estimado, deberás de pagar un coste adicional por ese sobrepeso. No se trata de ningún asunto menor, ya que es preciso ajustar correctamente la carga dentro del avión para garantizar la seguridad de la aeronave.

Una vez que la maleta está correctamente pesada, se le asigna una etiqueta con un código de barras en la que también se muestra claramente cuál es el destino del equipaje. Desde ese momento se pone en marcha un mecanismo que dependerá de su complejidad del tráfico que tenga el aeropuerto. En lugares muy transitados como el aeropuerto de Madrid, el de Amsterdam o cualquiera de los aeropuertos principales del área de Londres, las maletas comienzan a pasar por unos complicados sistemas de guías que le van llevando por un lugar u otro. De la misma manera, tu maleta ha pasado previamente por un escáner de rayos X para que pueda comprobarse que no hay ningún tipo de elemento extraño dentro de ella.

Con los rayos X se analizan las densidades, por lo que cualquier maleta sospechosa será apartada y abierta. En el caso de que todo esté correcto, se le asignará un etiquetado especial en el cual se indica que la maleta ha sido abierta por motivos de seguridad. Una vez que el equipaje sale de las cintas, será introducido en unos contenedores especiales que, a su vez, van a los carros que las llevarán directamente a los aviones. Ahí comenzará el embarque del equipaje, que suele ser parejo al de los pasajeros. Hay ocasiones en los que una maleta,una vez embarcada, debe ser bajada de la bodega del avión para volver a hacer una comprobación, normalmente delante del pasajero. Esto llevará inevitablemente a que el vuelo se retrase. Colocar las maletas dentro del avión también es algo que lleva tiempo, ya que la carga deberá estar correctamente asegurada dentro del aeronave y quedar dispuesta según las indicaciones de los pilotos.

Una vez que el avión llega a su destino, comienza el proceso inverso, el personal de handling abre la bodega del avión y comienza a desembarcar todo el equipaje. Este se llevará a la zona específica del aeropuerto y comenzará a pasar por las cintas correspondientes para que los pasajeros pueda recogerla fácilmente. Pero el proceso de un equipaje en el aeropuerto no termina aquí, cuando el pasajero ha recogido su maleta. Puedes ser requerido por un miembro de seguridad del aeropuerto para una expedición rutinaria. Esto es algo que se da normalmente en los denominados vuelos calientes, aquellos que vienen de lugares en los que se produce droga. Si un agente te reclama para realizar una inspección rutinaria, es tu obligación acompañarle y dar respuesta a sus requerimientos, ya que de lo contrario podrás ser detenido. Te preguntará si llevas algo ilegal o para declarar, y se realizará una revisión en la cual la maleta se abre en tu presencia. Si todo está en orden, podrás salir del aeropuerto sin ningún tipo de problema. Si no es así, es obvio que tendrás un problema.

Lo que no debes facturar en tu maleta

Es tu deber también conocer cuáles son aquellos artículos que no puedes meter en una maleta facturada, las aerolíneas encargan de advertirte cuáles son a indicaciones de AENA. Por ejemplo, no puedes introducir bombonas de gas, líquidos inflamables, mecheros, productos químicos como lejía o cigarrillos electrónicos. Llegar al aeropuerto con alguno de estos artículos. Dentro de una maleta que vayas a facturar, va a provocar que tu vuelo salga con retraso, ya que será detectado automáticamente por la máquina de rayos X. Conocer la legislación correspondiente a este tipo de artículos es tu deber, no solamente por tu bien, sino por la seguridad del resto de pasajeros y de la aeronave. Ten todo esto en cuenta a la hora de hacer tu maleta y piensa que hay muchísimos artículos que puedes comprar en tu lugar de destino. Es necesario que lleves desde casa. Ahorrarse un disgusto en el aeropuerto merece siempre la pena.

Como puedes apreciar, el viaje de una maleta facturada desde que sales de tu casa hasta que llegas a tu destino es bastante largo y complejo. Todas las comprobaciones que se realizan son debidas a la seguridad en vuelo, esta normativa es todavía más estricta desde los sucesos acaecidos el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.