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León, la bella desconocida

El patrimonio histórico de la ciudad, sumado a la belleza natural de la comarca y su espléndida gastronomía, merecen una visita a esta antigua urbe española

 

  • Lancelot Digital
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    Este mes nos vamos al noroeste de la Península Ibérica con viajes Timanfaya (www.viajestimanfaya.com) a un destino que cuenta con cultura, naturaleza, gastronomía y muchas posibilidades. Hablamos de León, capital de la provincia que lleva el mismo nombre, y donde es posible visitar desde las famosas Médulas a las Cuevas de Valporquero pasando por una oferta impresionante de patrimonio arquitectónico como en la zona de Sahagún y Tierra de Campos, la zona de Astorga o el Parque Nacional de los Picos de Europa.

     

    Las excursiones por la comarca son una apuesta triunfadora, pero la ciudad, su casco histórico y su antiguo barrio judío, galardonados con el premio europeo de rehabilitación del casco histórico en 2002, merecen una buena visita. Y entre visita y visita, no hay que perderse sus famosas tapas. Pero vamos por partes, en el recorrido por la ciudad, hay que destacar tres plazas. La Plaza Mayor, porticada y con el edificio del antiguo ayuntamiento, la Plaza de las Palomas, con edificios singulares y  el plano-guía de la ciudad en bronce, y por último, la del Mercado,  conocida popularmente como la Plaza del Grano, que es la que conserva más fielmente el encanto medieval y donde se sitúa el albergue de peregrinos.

     

    Arquitectónicamente destacan el palacio del Conde Luna, el de los Guzmanes, sede de la Diputación, y el de Inicio de la Calle Ancha. Y no se puede dejar de ver la muralla romana, a lo largo de la calle de los Cubos, en buen estado de conservación ya que mantiene aún 36 torres o cubos, que dan nombre a la calle.

     

    Basílica de San Isidoro. Visita imprescindible ya que constituye el conjunto románico más importante que existe en España, siendo síntesis de estilos desde el románico hasta el barroco. Se trata de un templo del siglo IX dedicado a San Juan Bautista, que sustituye a un templo romano dedicado a Mercurio. Con motivo del traslado desde Córdoba de los restos del niño mártir San Pelayo, se cambió la advocación del templo. Fue destruido por Almanzor y reconstruido más tarde en ladrillo y materiales pobres por Alfonso, "el de los Buenos Fueros”. 

     

    Catedral de Santa María. se construye sobre la antigua Catedral románica, que a su vez ocupaba los solares del Palacio de Ordoño II y las termas romanas. Comienza su construcción hacia el año 1205, es de estilo gótico y está inspirada en la Catedral francesa de Reims, reducida su planta en 1/3. Una característica peculiar es que las torres aparecen separadas de la nave central mediante arbotantes. Su planta es de tres naves, convirtiéndose en cinco en el crucero. La nave está cerrada por bóveda de crucería cuatripartita. En distintas épocas, y con distintos grados de intervención, trabajaron en la catedral Enrique Francés, Juan Pérez, Jusquin Van Utrech (Torre del Reloj), Naveda, Joaquín de Churriguera, Matías Laviña, Juan Madrazo, Demetrio de los Ríos, Juan Bautista Lázaro.

     

    Es muy interesante el coro de la catedral, uno de los más antiguos de España. La costumbre es aprovechar la visita para buscar el pellejo del topillo que, según la leyenda que cuentan los leoneses, es el culpable Parador de San Marcosde los malos cimientos que tiene la catedral, aunque la verdadera responsable del problema de cimentación del edificio es el agua de las termas romanas sobre las que se construyó.

     

    Iglesia y Parador Hostal de San Marcos. La fachada es una de las más destacadas del renacimiento español (plateresco). Es de un solo lienzo con muro de dos cuerpos, rematado en crestería calada y candeleros. En el zócalo se presenta medallones con personajes greco-latinos y de la Historia de España. En el sobrezócalo se representan cabezas de ángeles.

     

    Merece la pena recorrer también los Jardines de la Condesa y el paseo de Papalaguinda, siguiendo el río Bernesga que atraviesa la ciudad. Y para los amantes del arte contemporáneo, León guarda agradables sorpresas: el MUSAC, interesante tanto por las exposiciones y actividades que organiza a lo largo del año como por el edificio en sí, ganador de algunos de los más importantes premios de arquitectura y diseño. Además, el Auditorio, justo al lado del museo, tiene un diseño rompedor y se programan actuaciones y conciertos de primer orden.

     

     

     

    Palacio de Gaudí Casa Botines. Esta visita es muy recomendable ya que se trata de uno de los pocos edificios de Gaudí fuera de Cataluña, la Casa Botines. Fue un encargo de una familia con raíces catalanas, y actualmente se organizan en él exposiciones y actividades culturales. En la plaza ante la entrada principal, os encontraréis una escultura del arquitecto sentado en un banco, mirando su obra.

     

    Además, León cuenta con museos para todos los gustos: el de Historia de León, el Etnográfico, el Episcopal, la Casa-Museo  de  Sierra Pambley (recreación de una casa burguesa del siglo XIX),  y la Casa- Museo del pintor Vela Zanetti.

     

    Caza, cerdo, embutidos y truchas

     

    La gastronomía local leonesa es cocina de exquisitos manjares, de platos de cuchara para enfrentarse al largo invierno, de suculentas carnes y embutidos, de ricos platos de la huerta y de deliciosos postres caseros. La caza es muy habitual,  liebre, conejo, perdiz, codorniz o jabalí se cocinan a la cazuela, guisados o estofados. El cerdo es en León el padre de auténticos pecados: morcilla, chorizo, jamón, lomo…, embutidos artesanales que, con el tratamiento “al humo”, conservan el sabor a la antigua usanza, sin olvidar el embutido estrella, la cecina. Además existen platos muy destacados de la provincia: como el Botillo del Bierzo, el Cocido maragato, la Olla berciana o la trucha.

     

    Nos vamos de tapas

     

    Lo habitual en León es que cada establecimiento invite al cliente con una tapa de su especialidad con cada consumición de manera gratuita. La zona más habitual para el tapeo es el Barrio Húmedo, aunque es cierto que en cualquier bar de la ciudad obsequian al cliente con una tapa y un poco de conversación. Lo importante es disfrutar del ambiente, de los productos típicos como la cecina, el chorizo, las setas y por supuesto, de los vinos de León, con dos denominaciones de origen: la de Tierras de León y el Bierzo.