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El “top ten” de números de La Quiniela: ¿Qué hacen los argentinos al despertarse después de soñar?

 

  • Lancelot Digital
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    La Quiniela es la lotería pero con otro nombre. Se juega en todo el territorio de argentino, principalmente en las capitales del país. Aquí verás cómo se juega, su nacimiento "fuera de la ley", su importancia en la cultura local y unos detalles te dejarán con ganas de tomar un avión la próxima vez que tengas un sueño “raro”.

     

    Los primeros 10 números de la tabla

     

    Se juega a través de agencias de lotería, locales a la calle en los que se le pregunta al jugador un número de una a cuatro cifras, entre el 0000 y el 9999. Una vez tomado el número se le pide que seleccione una locación de 1 al 20. Esto último es elegir la posición en la que saldrá el número seleccionado. 

     

    Por ejemplo, jugarle al 0303 a la cabeza significa que el apostador predijo que saldría el 03 y luego el 03 en la posición 1 de la tabla de lotería.

     

    Como dicta la tradición, la mayoría de las personas elige los pares de números según el significado de los sueños. Para que los jugadores tengan una guía, hay distintas tablas divididas por categorías. 

     

    En la tabla de sueños y números animales el 00 es el águila, el 05 es el gato negro, el 08 el toro y así. También hay una tabla principal que es más o menos conocida por todos.

     

    Del 0 al 6, elementos y mascotas

     

    El número 00 representa a los huevos. Puede que se trate de huevos de gallina, de dinosaurio, de avestruz o los que se haya imaginado tu cabeza durante el sueño. No entremos en detalles.

     

    Siguiente viene el 01, que representa al agua, tanto a los cuerpos de agua tanto como el agua de grifo, ríos, canales y más. Si sueñas con agua, el 01 es tu número.

     

    Lo que sigue es el 02, el niño. Puede interpretarse como un número que representa la juventud, la alegría o la infancia propia.

     

    Tercero está San Cono. Cono de Teggiano fue un devoto italiano que vivió en el siglo XII, murió el 3 de junio de 1200 y seguramente por eso el 3 lo representa en La Quiniela. Es el patrono de las cábalas y de la lotería. 

     

    En el 04 se ubica la cama. Un elemento tan básico a la hora de dormir no podía faltar en el listado de números de los sueños.

     

    El 05 corresponde a al gato. Es una de las mascotas preferidas, por eso ameritaba tener su puesto en la tabla de los sueños. En la cultura japonesa, por ejemplo, los gatos representan la buena fortuna y esto de alguna manera se traslada a La Quiniela. Como también es un animal doméstico muy querido, el 06 es para el perro.

     

    Del 6 al 10, a jugar con fuego

     

    No sabemos quién sueña con armas de fuego, pero en el caso que sueñes con un revólver, puedes jugarle al 07.

     

    Un incendio puede ser motivo de preocupaciones y pesadillas, pero la lotería argentina permite darle la vuelta al asociarlo con un número ganador: el 08.

     

    El símbolo de el arroyo (09) es importante en Argentina ya que sus zonas más pobladas tienen múltiples pequeños arroyos y riachuelos. 

     

    En el último puesto está el cañón. Ya sea que sueñes con un cañón de guerra o con los cañoncitos de dulce de leche, una delicia local, puedes jugarle al 10. Vale una aclaración con este número, los más futboleros pueden elegirlo por otros motivos, ya que es también el número de camiseta de Maradona y de Messi.

     

    Otros números importantes

     

    Además de los números del 00 a 10, en La Quiniela argentina se destacan el borracho (14), la niña bonita (15), la desgracia (17), Cristo (33), el loco (22), el muerto que habla (48) y el sugerente número para los vicios, que es el 69.

     

    ¿Qué tiene que ver la lotería con los sueños?

     

    Para entender el origen de esta lotería tan particular hay que meterse en una máquina del tiempo para viajar a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando Argentina era un país que recibía españoles e italianos por centenas. Fueron ellos quienes crearon La Quiniela. 

     

    Si hay que acusar, podríamos nombrar al vasco Domingo Irigoyen como una de sus caras. Irigoyen debe haber sido un tipo osado, porque se atrevió a captar apuestas en el centro de Rosario, aún cuando el juego no había sido legalizado.

     

    De ahí que se inventara la tabla de los sueños. Era una forma de ocultar que se estaban haciendo apuestas en esos locales. Como siempre, hecha la ley, hecha la trampa.

     

    ¿Hay que soñar "obligatoriamente" antes de jugar?

     

    No. Para elegir los números quinieleros uno se puede basar en gustos personales, preguntarle a un amigo o elegirlos en el momento. Algunas personas también apuestan por cosas que suceden en su propia vida o en las de los familiares. Por ejemplo, si una persona es invitada a la boda de su hermano, puede que esa semana quiera jugarle al 6399, una combinación entre el casamiento, representado en la tabla por el número 63 y el hermano, que en la tabla figura como el 99.