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El peligro de los bares de alterne y el coronavirus

 

 

Entre las medidas que se tomaron para intentar reducir el número de contagios destaca el cierre de los establecimientos dedicados al ocio nocturno

 

  • Lancelot Digital
  • Cedida
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    La pandemia ocasionada por el COVID-19 sigue afectando a la mayoría de los países con nuevos rebrotes durante el último trimestre de este 2020. Esto ha ocasionado que el Ministerio de Sanidad haya decidido tomar algunas medidas para intentar controlar la situación.

     

    Entre las medidas que se tomaron para intentar reducir el número de contagios destaca el cierre de los establecimientos dedicados al ocio nocturno y los horarios limitados para restaurantes y bares de copas. Sin embargo, en algunas ciudades los bares de alterne siguen operando, lo que representa u peligro para el control de los brotes.

     

    Aunque no hay una cifra oficial, se estima que hay alrededor de 1.500 – 1.600 bares de alterne o prostíbulos en toda España y en la mayoría de ellos no se respetan las restricciones que son dictadas por Sanidad con respecto al coronavirus.

     

    A diferencia de las discotecas que están cerradas o de los bares que tienen que sacar a sus clientes a cierta hora, los bares de alterne han permanecido abiertos al público. Esto lo ha convertido en lugares de alto riesgo, especialmente teniendo en cuenta el tipo de actividad que se realiza en estos lugares.

     

    El peligro que representan los bares de alterne ha impulsado a las personas a utilizar otros servicios, como puede ser el conocido caso de los servicios de escorts en Sevilla y en otras ciudades.

     

    ¿Los bares de alterne realmente representan un peligro?

     

    Estos son lugares de alto riesgo que las personas deberían de evitar a toda costa mientras el coronavirus siga representando una amenaza. Hasta la fecha se han reportado varios casos de brotes ocasionados en este tipo de establecimientos.

     

    En realidad, los casos de brotes ocasionados por bares de alterne no son nuevos, ya que desde hace varios meses han conocido distintos casos de personas que se han contagiado por ir a este tipo de negocios.

     

    Es importante tener en cuenta el hecho de que el distanciamiento social simplemente no se puede llevar a cabo en este tipo de negocios, por lo que no es difícil imaginarse por qué son considerados como lugares de alto riesgo en los que se presentan brotes de coronavirus.

     

    Muchas personas han comenzado a utilizar plataformas de búsqueda de sexo pagado, las llamadas scorts, con el fin de contratar sus servicios sexuales de una más discreta y segura, evitando tener que entrar en contacto con todas las personas que están dentro de los bares de alterne, que no son conocidos por ser lugares muy amplios con una gran ventilación.

     

    Complican el rastreo de posibles casos

     

    Una de las razones por las que el coronavirus no se ha podido detener a nivel internacional es porque rastrear posibles casos no es algo sencillo, pero esto se vuelve especialmente complicado cuando se trata de los clientes de un bar de alterne.

     

    En algunas comunidades, como es el caso de la Comunidad de Madrid, se solicita a los lugares de ocio nocturno que registren la fecha y el contacto de los comensales, pero esto no sucede en la mayor parte de España, dejando claro que no se tiene un plan a seguir.

     

    El hecho de que estos lugares representen un peligro para toda la comunidad al facilitar los brotes de COVID-19, son muchas las personas que se han juntado para solicitar el cierre de este tipo de establecimientos.

     

    También se ha pedido la puesta en marca de rastreadores y medidas de cuarentena para todas las personas que decidan pasarse por este tipo de locales. Esto debido a que este tipo de brotes son especialmente preocupantes, ya que los clientes de los bares de alterne no lo comunican con los rastreadores ni con las autoridades, haciendo que todo sea más complicado.