Croacia, esencia del mediterráneo
Tras la guerra, el país ha sabido reconstruirse y mostrar sus atractivos al turismo europeo
Croacia es uno de los destinos que propone Viajes Timanfaya para conocer un país que encierra bellezas como Dubrovnik, Zadar, Zagreb, Trogit o Split entre otras ciudades de obligada visita
Croacia es un país mediterráneo de gran belleza que, tras la guerra que asoló todo su territorio, ha sabido reconstruirse y revitalizarse, mostrando de nuevo sus aguas cristalinas, sus ciudades medievales que mezclan la arquitectura occidental y oriental, el respeto por el medio ambiente y las tradiciones con la llegada de turismo. Dubrovnik se ha convertido en el símbolo más característico de esta nueva Croacia que apuesta fuerte por el turismo europeo.
Hay muchos motivos para visitar Croacia. En primer lugar sus seis lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: El casco antiguo de Dubrovnik, el Palacio de Diocleciano en Split, el núcleo histórico de Trogir, la catedral de Santiago de Sibenik, el Parque Nacional de los lagos de Plitvice, y el conjunto episcopal de la basílica de Eufrasio en el Centro Histórico de Porec (Istria). La naturaleza es otro de los atractivos fuente del turismo de Croacia. Sus ocho Parques Nacionales y diez Parques Naturales con su variada fauna y flora muestran todo su esplendor, con un litoral, que serpentea desde la Península de Istria hasta el sur de Dalmacia, dejando bellas calas, playas, y acantilados. Las islas, como Hvar o Korcula, en Dalmacia o Rab y Losinj en la bahía de Kvarner, que en ocasiones se agrupan en archipiélagos tan interesantes como los de Brijuni o Kornati, acogen a millones de turistas que buscan en sus aguas cristalinas la paz o la posibilidad de practicar el nudismo, tan asociado a Croacia.
Dubrovnik es la capital del condado Dubrovnik-Neretva y fue una de las ciudades que más sufrió la guerra contra Serbia. Está rodeada por una gran muralla, que data del siglo X, que alberga 16 torres ofreciéndonos una visión única del lugar.
El recorrido urbano se inicia descendiendo por la Puerta de Pile, erigida entre los siglos XIV y XV, es abierta en un bastión semicircular, por la que acceder a una amplia rúa de piedra, la Placa, que conducirá a la zona más aristocrática, lugar en el que gobernaba la República Ragusea, la élite más aristocrática que dominó la ciudad desde 1358 hasta la entrada de Napoleón, palacios simétricos de estilo barroco que llevan a la Plaza Luza. El Palacio Sponza, notable por su columnata de su atrio y preciosas tallas de piedra, es la siguiente parada. A su lado se encuentra la iglesia de San Blas. Otro de los monumentos importantes de Dubrovnik es el Palacio de los Rectores que fue la sede del gobierno y del rector en los tiempos en que Dubrovnik fue una república independiente y la espectacular Catedral de Velika Gospa, que fue construida en 1192. Los terremotos en 1671 y 1713 la destruyeron totalmente pero fue reconstruida por un arquitecto italiano. En el interior pueden admirarse una asunción del Vergine di Tiziano (1552) y un relicario en oro y plata de San Biaggio, además se puede visitar de noche a la luz de las velas.
Zagreb. Situada entre la costa adriática y Europa central, sigue conservando el encanto de las ciudades de la edad media, dado que fue el resultado de la unión de dos ciudades medievales. La plaza principal se encuentra rodeada de palacios de estilo clásico, modernista y racionalista y es de visita obligada, como el Teatro Nacional, de estilo neoclásica y su pequeño funicular que fue construido en 1891, cuando era uno de los transportes más innovadores del momento. El trayecto solo supone 60 metros pero es el espacio suficiente para trasladarnos a la ciudad baja o Gornji Grad. La Catedral de Sveti Stjepan, situada en el barrio Kaptol, el estilo neogótico predomina en el edificio que está rodeado por casas del Siglo XVII. Otra iglesia importante es la de Sveti Marko, en el barrio de Gradec, con un toque mágico, un tejado espectacular con pequeñas tejas redondas de colores. Monumental tambien es la Puerta de Piedra, entrada de la ciudad en epocas anteriores, a su lado, una capilla con la imagen de la virgen custodia la entrada. Si se desea visitar museos, están el Museo de Arte Naif y el Atelje Mestrovic en el que se disfrutarán esculturas de grandes artistas croatas.
Zadar fue un viejo asentamiento Iliriano surgido hace más de 3.000 años. Las distintas capas de las murallas de la ciudad, sus monumentos góticos, renacentistas y barrocos, atestiguan el pasado tumultuoso de la ciudad. Hoy el centro administrativo, turístico y cultural de la región de Dalmacia. Sus alrededores incluyen cuatro parques nacionales y 1.200 kilómetros de una costa muy pintoresca, salpicada de 300 islas e islotes, bahías tranquilas y totalmente vírgenes. El istmo donde se asienta la vieja Zadar aún preserva su antigua y gruesa muralla, flanqueada por impresionantes puertas, tales como la puerta del puerto y la puerta del continente, esta última fechada en el s. XVI. Dentro creció una ciudad romana y aún se conservan las ruinas de su viejo foro romano, junto a la iglesia prerrománica de San Donato (s. IX), que es indudablemente el símbolo de la ciudad. Sin embargo, la ciudad también destaca por tener las más hermosas iglesias románicas de Croacia, como lo atestigua la catedral de Santa Anastasia (s.XIII), de marcado gusto italiano, levantada sobre las ruinas de una basílica anterior.
Split pertenece a Dalmacia Central y se encuentra rodeado por las cordilleras de Kozjak y Mosor. En la historia de Split no podemos pasar por alto algunos datos que dan carácter a este lugar, así que es de ley saber que el centro antiguo de esta ciudad está unida al Imperio Romano, fue fundada en el S. IV, ya que el emperador Diocleciano, natural de esta zona, hizo construir su palacio para habitarlo una vez se retiró de la vida política, hoy en día es uno de los palacios romanos que mejor se conservan. El Palacio de Diocleciano tiene una estructura con planta cuadrada, típica de la época romana, que junto con sus murallas, que en origen median 215m de largo por 180m, hacía del monumento un lugar impenetrable. Otros restos arqueológicos importantes, son el Templo de Júpiter y el Mausoleo de Diocleciano que posteriormente se convirtió en La Catedral de San Diomo. Visita obligada es también el Museo Arqueológico, uno de los más antiguos de Croacia, fue construido en 1820. Ya en el sigo XX se funda el Museo etnográfico y la Galeria de Arte, creada en 1931.
Trogir es una de las ciudades más encantadoras de la región Dálmata. Se encuentra sobre una pequeña isla, a 20 km al oeste de Split. Está unida a tierra firme por medio de un puente. En un extremo de la isla se encuentra un campanario veneciano y una catedral románica-gótica que tiene una preciosa portada, tallada con preciosos relieves. Entre Trogir y Split están los restos de siete castillos medievales, de los que toma su sobrenombre: la Riviera de los Siete Castillos o Kastela Riviera».
Se debe visitar la Fortaleza Kamerlengo. Está situada en el extremo oeste del islote formado por Trogir. Fue construida por los venecianos entre los siglos XIII y XV, como base naval de sus navíos en esta parte del Adriático. También, la fortaleza de San Marcos, situada en el noroeste del islote de Trogir. Construida por los venecianos en el s. XV para defenderse contra los turcos. Fue parte de la muralla defensiva occidental, junto con la fortaleza del Kamerlengo. LacCatedral de San Lorenzo, con su preciosa portada del maestro Radovan, es el monumento más destacado de la ciudad. La catedral, más conocida como de San Juan por los lugareños, es el edificio más alto de la ciudad, dominando todo su área. Se construyó sobre los restos de una primera basílica que fue destruida por el ataque sarraceno de 1123. A partir de esta fecha, las obras se prolongaron durante cuatro siglos. La Portada en la entrada de la Catedral de San Lorenzo (finalizada en 1240) constituye una obra maestra.
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