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Conoce algunas de las lesiones menos habituales en traumatología

 

  • Lancelot Digital
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    En traumatología es posible que se den algunas lesiones que no son tan habituales, pero que pueden afectar a los pacientes.

     

    Por ello, Dr. Miguel Romero (traumatólogo en Bilbao) nos ha comentado dos lesiones que él trata y que aunque no son las más habituales, si que tiene pacientes que acuden con este tipo de patologías que solventa de forma eficaz. Vamos a conocerlas mejor:

     

    Fractura de troquiter

     

    La fractura de troquiter es una rotura de carácter óseo que se produce en la región del troquiter, que en concreto es una prominencia que se encuentra en la zona superior del húmero, el más largo del brazo.

     

    Hablamos de una lesión que es bastante perjudicial en la vida diaria, pues es una estructura anatómica de gran importancia que vale como punto en el que se insertan varias clases de músculos y tendones en el hombro, llegando a incluirse hasta los músculos del manguito de los rotadores.

     

    Este tipo de fracturas pueden producirse como resultado de varias clases de lesiones, caso de las caídas, traumatismos en el hombro o en las fuerzas de compresión. Lo cierto es que son unas fracturas más habituales en personas de la tercera edad porque se reduce la densidad del hueso, algo que está asociado a la osteoporosis.

     

    Respecto a los síntomas de la fractura de troquiter, los más habituales son dolores de hombros, hinchazón, problemas de movilidad en el brazo y deformidades visibles en la zona. Los diagnósticos se hacen con radiografías y demás estudios de imagen para hacer una evaluación de la extensión y configuración de la fractura.

     

    El tratamiento dependerá de una serie de factores, como la edad del paciente, el grado de desplazamiento de la lesión y si hay lesiones asociadas. Este tipo de lesiones se pueden tratar de forma conservadora con inmovilización del hombro en cabestrillo y mediante fisioterapia.

     

    En los casos de mayor gravedad o donde hay desplazamiento importante, puede que sea preciso hacer cirugía de cara a la estabilización de los fragmentos óseos mediante clavos, tornillos o placas.

     

    Respecto al tiempo de recuperación, el mismo va a variar dependiendo de la gravedad de la propia lesión y de la respuesta individual del paciente al tratamiento. Una vez se produzca la inmovilización o la operación, suele necesitarse una terapia física para la restauración de la fuerza y el rango en cuanto al movimiento del hombro

     

    Lesión de slap

     

    La lesión de slap es la que afecta a la zona superior del labrum, desde el que parte una de las cabezas tendinosas del músculo bíceps.

     

    Cuando se produce un sobreentrenamiento del músculo bíceps o se realiza un gesto de tracción con brusquedad, se puede producir lesiones en el mismo.

     

    Dependiendo de la zona concreta afectada, se podrá hacer una descripción con mayor precisión de la lesión en cuestión.

     

    A la hora de realizar el diagnóstico de las lesiones de slap, se suele pasar por tres fases:

     

    1. Historial clínico: el paciente cuenta qué le ha ocurrido, que suele ser un golpe en mala posición en brazo o un gesto brusco con el brazo por encima de su cabeza.
    2. Exploración física: se hacen maniobras de movilidad y se presiona el labrum. El dolor suele ser variable, pero acostumbra a ser punzante.
    3. Pruebas complementarias: la resonancia magnética suele ser la más usada, pues con ella se identifica buena parte de las lesiones que revisten de importancia.

     

    Tratamiento de las lesiones de slap

     

    Al igual que pasa con muchas lesiones, lo norma es realizar un tratamiento de menos a más en cuanto a agresividad.

    1. Tratamiento conservador: donde la fisioterapia suele ser la protagonista, donde se busca que disminuya la inflamación. De no recuperarse el hombro para la vida normal, se pasa a la siguiente fase.
    2. Infiltraciones: en las lesiones de slap, las infiltraciones no tienen demasiada efectividad, aunque pueden tener su razón de ser en pacientes que no tengan mucha actividad, de avanza edad y que tengan dolores a pesar de tratarse con analgésicos y fisioterapia.
    3. Tratamiento de carácter quirúrgico: aquí se busca restaurar lo más posible la anatomía para que el hombro vuelva a ser funcional. Se suele usar la artroscopia, donde con unas reducidas incisiones en la piel y mediante una cámara se diagnostica la lesión y se procede a su reparación. Lo más normal es reparar el labrum, cosiéndolo en su sito habitual.

     

    Conclusiones

     

    Como hemos visto, lo cierto es que existen una serie de lesiones que no son tan comunes en el campo de la traumatología, pero que llegan a afectar a un número de pacientes que hay que tener en cuenta y a los que es necesario ofrecerles soluciones.

     

    En este sentido, la mejor solución es optar por profesionales serios y experimentados en los que depositar la confianza, sabiendo que harán un buen trabajo y que cuentan con la mejor y más actualizada formación.