Para entender bien el concepto, es preciso tener en cuenta otros aspectos como la ventilación, la humedad y otras condiciones de la casa u hogar en cuestión

Para comenzar a entenderlo todo de una forma correcta, debemos diferenciar entre calefacción y climatización. Hoy en día, existe todavía mucha gente que confunde estos dos términos y es que, en efecto, la climatización es algo mucho más complejo y no significa para nada lo mismo que calefacción en meses fríos y aire acondicionado en meses de verano.

De modo que, veamos qué es la climatización exactamente. Para poder entender este concepto, debemos mirar a otros aspectos, tales como la ventilación, la humedad y otras condiciones de la casa u hogar en cuestión. Teniendo todos estos factores en cuenta, se podrá alcanzar una climatización adecuada para cualquier lugar.

Factores a tener en cuenta para una buena climatización

En primer lugar, tenemos que tener en cuenta la refrigeración. Esta es la parte de la climatización que se hace cargo de enfriar cierto lugar en concreto. Como podemos imaginar, esto se utiliza particularmente en verano, cuando los meses cálidos acechan y queremos mantener nuestro hogar fresco.  Sin embargo, lograr tener un espacio frío es especialmente complicado, ya que hay que tener muchas variantes en cuenta.

Es decir, tendremos que considerar cuál es la temperatura tanto interna como externa. Además, será imprescindible contar con un aislamiento adecuado, de lo contrario, tendremos que hacer todo lo posible por evitar posibles fugas. Poco a poco, podremos conseguir una temperatura completamente agradable, lineal y permanente, estando, claramente, por debajo de la temperatura externa. Lo recomendable se encuentra alrededor de los 20 o 25 grados centígrados.

A continuación, hablaremos sobre la calefacción. Se trata de todo lo contrario a lo que acabamos de explicar, la refrigeración. Ahora, los sistemas de calefacción van a ser los protagonistas, los cuales harán que la temperatura interior sea mayor que la exterior, climatizando así la casa en cuestión y obteniendo una temperatura agradable en los meses más fríos del año. Al igual que en la refrigeración, debemos evitar a toda costa cualquier tipo de fuga que pueda producirse. 

Ventilación y humedad: dos aliados de la climatización

Además de estos dos sistemas, hemos de considerar, de igual modo, la ventilación. Como comentábamos en párrafos anteriores, otros muchos aspectos influyen a la climatización, como lo hace en este caso, la ventilación. Sólo teniendo esto en cuenta, podremos obtener una calidad de aire óptima. La ventilación permite expulsar de cualquier habitáculo las partículas malignas que el aire que hay en el interior pueda contener.

Por otro lado, cabe destacar que la ventilación ha de realizarse todos los días del año, independientemente de la época o estación en la que nos encontremos, siendo la primera hora de la mañana la más recomendada para realizarla. La climatización adecuada puede llevarse a cabo con los climatizadores evaporativos, y ventilando de la forma más recomendable.

Finalmente, queda mencionar la humedad. Este es otro de los aspectos de la climatización que debemos considerar para que todo funcione correctamente. Al igual que la ventilación, ésta va a influir en la calidad del aire de nuestro hogar. La humedad recomendable debe ser del 30% al 50%. Mantener la humedad en este porcentaje es algo complicado, y tanto el aire acondicionado como la calefacción afectan directamente a la humedad. Una buena idea y un método que se ha usado desde hace muchos años es colocar pequeños cuencos o recipientes llenos de agua en todas las habitaciones de la casa. Podremos observar, que poco a poco, o que, al cabo de unos cuantos días, el agua se ha evaporado por completo. Así ayudaremos a equilibrar la humedad de nuestro hogar.