Sin tiempo
Andrea Bernal
Sin tiempo de abrir puertas de templos.
La mujer prescinde de su vestido largo y camina recta.
Atraviesa con nuevos propósitos calles y casas ajenas,
recoge el conejito asfixiado de su regazo y atraviesa la iglesia.
Sin tiempo de abrir puertas de templos,
la córnea visual de su matriz
sube a la bóveda,
chocita de pelaje animal,
nudo de rojo secreto.