PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Neurología

Andrea Bernal

 

 

 La νεῦρον -λογία estudia la función y el desarrollo del sistema nervioso. La neurología atiende a las redes más complejas del ser humano. Hombres que estudian el nervio de otros hombres.

 

Y hoy quiero hablar de un hombre, tal y como comienzan las palabras de Margarite Duras en C’est Tout. Quiero hablar del hombre de té con menta a quien todo agradecimiento significa este logos que escribe.

 

Un médico, un hombre bueno. El hombre que entiende palabras como: Aquestesia, astroblastoma, celomielina, cordotomia, craneoplastia, diácope, eccope, encefalorragia, fibroglioma, ganglioma, hematomielina, hidrocefalia, hernia meniscal, inundación ventricular…

 

Un hombre habituado a la muerte que atraviesa hipotálamos y estudia mi lóbulo parietal minuciosamente y sin respuestas. Términos que no conozco, términos que yo giro en forma de versos situando corrientes eléctricas en los trenes rojos de mi cuerpo.

 

La enfermedad es ese desdoblamiento natural de los hombres surgida, como el amor, de la espontaneidad de un enigma. Es un desorden, una descolocación, una alteración y desviación de nuestro estado fisiológico.

 

La enfermedad es parte de la vida, como esa muerte que hoy no nos atrevemos a nombrar.

 

Un proceso biológico que se une a la complejidad del universo.

 

Estoy frente a un hombre entregado a dedicar sus manos, su tiempo, a toda psique y cuerpo en su absoluto desconcierto. Asumo mi estado y la locura de integral de esta red neuronal que pudo conocerle.

 

Asumo todo, la posible enfermedad y hasta la propia muerte. Todo enigma de un nous de Anaxágoras convertido en neuro. Esta ataxia cuyo apoyo son los brazos de un hombre, de un hombre, de un hombre bueno.

Comentarios (0)