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Las izquierdas canarias se autocondenan a la irrelevancia

Por Eloy Cuadra

  • Lancelot Digital
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    Otro artículo que me habría gustado no escribir, pero resulta irremediable, especialmente ahora que andamos algo perdidos, a ver si me copia alguien por el poliédrico universo de las izquierdas. Como siempre una aclaración, en las izquierdas no está el PSOE, no puede estar el partido que apuntaló la transición fallida, que en Europa vota el 75% de las veces lo mismo que el PP y que ha  bloqueado en innumerables ocasiones la comisión de investigación por los desmanes del rey emérito de la mano de PP y Vox. Esto va para los otros, y las otras, las alternativas, y vamos por partes (lo de la división lo omito por ser sumamente obvio).
     
     
    1.- Siempre políticamente correctas.
     
     
    ¿Dónde han quedado las izquierdas combativas, valientes y anticapitalistas?, ¿dónde están precisamente ahora, cuando el capitalismo muestra al fin su cara más salvaje, empobrecedora y autodestructiva? Ni una sola propuesta que inquiete al sistema o rompa las reglas de los trileros de los mercados, ni una sola batalla que plantee cambios estructurales en las cuestiones que de verdad afectan a la mayoría  de la gente. Porque la mayoría de la gente lo que quiere es poder vivir con unos mínimos de dignidad, con una vivienda que sirva, una sanidad pública suficiente, una educación de calidad, una pensión que aguante o un trabajo que le llegue, en un territorio que no esté en riesgo de colapso poblacional o medioambiental. Y en cuatro años cogobernando ni una sola propuesta real o soluciones para estas necesidades fundamentales, cuando se suponía que teníamos a los gobiernos más progresistas de la historia. Contagiados de la mercadotecnia y la impostura habitual del PSOE, tal vez pensaron que al votante mayoritario de izquierdas le iba a valer con presentar buenos datos de empleo, algunas ayudas sociales nuevas y algún que otro avance en derechos no fundamentales, para quedar como muletillas necesarias del ególatra Sanchez o de los moderados de Angel Victor. En resumen, es un grave error de las alternativas plantear la batalla política desde lo políticamente correcto, escorándose apenas un poquito a la izquierda sin salirse de lo que marca el sistema, pensando en sumar unos cuantos escaños al pez gordo del PSOE, como se ha hecho en estos cuatro años y parece plantear Yolanda Díaz, sin discurso propio, mostrando abiertamente que pactará con el PSOE para frenar a unas supuestas hordas fascistas. La pena es que ya lo advirtió Julio Anguita allá por 2019, en una entrevista que muy oportunamente recupera el digital La Casa de mi Tía: "contar con el PSOE como socio en una estrategia de cambio social es una quimera total". Una quimera desde luego, y yo añadiría algo más, es también un suicidio político.
     
     
    2.- Con predominio del sucursalismo y los complejos.
     
     
    En tiempos de crisis recurrentes que empeoran continuamente las condiciones de vida, sanitarias, económicas, energéticas, medioambientales, si los que gobiernan no las solucionan (y es evidente que el capitalismo no tiene interés ninguno en solventarlas), la gente se abraza a los nacionalismos y esto se convierte en tendencia. Incluso sin ser tendencia, es notorio que buena parte de los problemas que han afectado siempre a Canarias se han debido a su falta de autogobierno o soberanía y a su estatus de colonia permanente, continuamente maltratada o relegada. Con estas dos realidades y una tercera que dice que en Canarias hay un fuerte sentimiento de lo canario, las izquierdas alternativas se mantienen en su mayoría con partidos con sede en Madrid, haciendo una política totalmente plegada a lo que se decide en la metrópolis, cuando no tenemos a partidos como el Sí se Puede, entreguistas, colaboracionistas, vendiendo lo canario muy muy barato. Con todo, hay una mínima esperanza en iniciativas como Ahora Canarias y algunas otras también muy minoritarias, y especialmente con la "obediencia canaria" apenas atisbada de Alberto Rodríguez y su Proyecto Drago. Y digo "apenas atisbada" porque da un paso adelante y dos atrás (adjunto interesante artículo de Agustín Santana en La Raíz), sin atreverse a marcar diferencias reales más allá de algún mitin, y todo apunta a que pondrá sus resultados tan baratos como siempre al servicio de la mejor amiga de Pedro Sánchez, la belicista Yolanda Díaz. Sólo un detalle más para que entiendan la importancia de jugar la partida el clave canaria: en estos momentos se está fraguando (o intentando al menos) una confluencia canaria por el centro-derecha, con negociaciones entre Coalición Canaria, Nueva Canarias, Alternativa Socialista Gomera, Iniciativa por Gran Canaria y algunos partidos insulares más, para concurrir juntos al 23J y presentarse como los verdaderos valedores de los intereses canarios en Madrid. En serio, ¿creen que la confluencia sucursalista canaria de la marca Sumar va a poder decir que son los verdaderos valedores de lo canario en Madrid? En fin, con ganas de que algún día llegue una izquierda canaria sin complejos que las aglutine a todas.
     
     
    3.- Insistiendo con marcas que restan.
     
     
    Es asombrosa la incapacidad que tienen muchos partidos para darse cuenta que su tiempo ya pasó y es hora de irse a casa, le ha pasado a Ciudadanos, muerto políticamente hace ya un par de años, volviendo a presentarse otra vez el 28M para pegársela más fuerte, y le va a pasar a la confluencia Sumar -si es que al final la hay- aceptando que Podemos vaya en sus listas con cierto peso en lugar de darlos por finiquitados, cuando es una marca con una imagen negativa imposible de levantar, en parte por la brutal campaña mediática que han sufrido en contra en todos estos años, pero también en gran medida por sus propios errores, muchos, y muy graves, por sus renuncias, sus cobardías y sus traiciones. Así, será fácil que a Sumar la llamen un Podemos 2.0, más de lo mismo. Algo parecido aunque a menor escala le sucede al partido de la izquierda soberanista canaria con el que en mucho coincido, Ahora Canarias, empeñados en unir su destino con el PCPC, con todos mis respetos para la formación comunista, con la que también coincidiría seguro en mucho.  La palabra "comunista", lamentablemente, es otra palabra performativa que resta antes de empezar, culpa de un sistema que tiene al capitalismo metido en la sesera de todo el mundo. Es sencillo, en una sociedad ampliamente despolitizada, donde la gente no vota por el programa y lo hace casi siempre por lo que oye o lo que se lleva, descuidar estos detalles es empezar el partido con cuatro goles en contra.   
     
     
    4.- Hace tiempo que perdieron las calles. 
     
     
    La lucha social, un pilar irrenunciable de las izquierdas alternativas en otros tiempos, en Canarias hace años que lo olvidaron. Varias causas en el origen, una de ellas histórica y muy conocida, especialmente en Tenerife, la penetración interesada de algunos partidos en los colectivos sociales para ponerlos a su servicio, cuando debería ser al contrario (en el recuerdo Asamblea por Tenerife y el Sí se Puede), cuando no acaban creando y financiando los mismos partidos al colectivo ex profeso, para que les hagan la ola y simular que están en la calle. Un claro ejemplo de esto último es una asociación de Gran Canaria que se presenta como un colectivo que lucha por el derecho a la vivienda, que investigas un poco y resulta estar vinculado a Podemos, que ha sido receptor de algunas subvenciones importantes desde la Consejería de Noemí Santana, para no plantear ni una mínima lucha real por el derecho a la vivienda en Canarias. Aunque lo más habitual es directamente el abandono de los colectivos y sus luchas por parte de los partidos, por no considerarlos necesarios, o por ser luchas demasiado honestas y valientes, cuando no los censuran y hasta atacan. Ejemplo de esto último, el ostracismo habitual al que condenan algunos partidos de las izquierdas a los colectivos en los que participo, por considerarme un enemigo directo, incapaces de aceptar una crítica. En conclusión, las izquierdas alternativas olvidan la calle y las luchas, pierden el pulso de la ciudadanía, la conexión con los problemas reales y por extensión mucha capacidad de presión y movilización social, y luego en las elecciones, cuando los resultados son malos, con una enorme cara acusan a la gente de no saber votar o de hacerle el juego a la derecha. Concluyendo con este apartado, creo que es urgente que los partidos que se hacen llamar de izquierdas y alternativos viren hacia formas más horizontales, abiertas, conectadas y participativas de funcionar.     
     
     
    5.- Sin abandonar el frentismo.
     
     
    Se entiende por "frentismo" a la práctica política que fomenta la polarización en dos extremos y la focalización de las políticas contra un enemigo común, presentando a las opciones contrarias como malas malísimas, deslegitimadas, absurdas, peligrosas y hasta apocalípticas, y a las opciones propias como estupendas. Es una táctica simple y sencilla de seguir, y de entender, pero a mi juicio muy equivocada, a la que han jugado mucho las izquierdas en España, autoatribuyéndose una supuesta superioridad moral, en base a unos postulados políticos provistos de mucha ética, igualitarismo y universalismo; y a la que también vienen jugando las derechas desde hace ya unos años, arrogándose la defensa de unos valores patrios, una historia y una tradiciones frente a los "comunistas que  quieren romper España". Lesivo y perjudicial este frentismo fanático de las derechas, porque es fanático, y también por el ambiente guerracivilista que siembra en una sociedad que nunca se curó del todo de la dictadura, y tanto o más de lo mismo con el frentismo que proponen desde las izquierdas, descalificando o llamando facha a una parte de España por elegir al PP o a Vox como opción de voto. Este frentismo extendido por ambas partes es el que impide que en España se firmen grandes pactos de Estado con consensos estables sobre asuntos que son de beneficio común y no son de derechas ni de izquierdas (la vivienda por ejemplo), como sí ocurre en otros países.  Así, considero un error grave que las izquierdas en Canarias y fuera de Canarias adopten esta postura maniquea y estén pensando quizá en una nueva alarma antifascista (¿en serio media España es fascista?, ¿de verdad todos los que han votado a Vox en Canarias son franquistas?), por equivocar al enemigo y echarse de paso a medio país en contra. El enemigo no es esa media España que no te compra tu discurso (mejor haz autocrítica y pregúntate por qué no te lo compra si es tan chachi), el enemigo es el sistema que juega con todos. Así pues, partido de las izquierdas alternativas, si quieres ser contundente y radical, no lo seas con otras víctimas o con actores secundarios con discursos simplistas, cúrratelo el argumento un poco más y ve contra los que mueven los hilos algunos estamentos más arriba.  
     
     
    6.- Abrazados al imperialismo del capital.
     
     
    Cuestión esta última de la que no se habla mucho por estar enmarcada en el ámbito de la geopolítica internacional, pero no resulta menor ni poco importante, y mucho menos en Canarias, por tradición y por historia, y también por la situación de tricontinentalidad estratégica que representa el Archipiélago. Cabe recordar que en el año 1986 Canarias fue una de las cuatro Comunidades Autónomas que dijo no a la OTAN, en un referéndum auspiciado por Felipe González que tuvo como principal valedor de ese No al Partido Comunista de España, del que luego salió Izquierda Unida y muchos de los que ahora lideran o participan en esas izquierdas alternativas, incluida la propia Yolanda Díaz que ahora se postula como la Gran Esperanza Roja. ¿Cómo hemos podido cambiar tanto para que ahora sea la propia Yolanda la que defienda el envío de armas a Ucrania de la mano del señor Sánchez, en un movimiento de seguidismo de lo políticamente correcto que ha llevado a que la mayoría de las izquierdas alternativas en Canarias y fuera de Canarias adopten una postura en muchos casos confusa o tibia y en otros tantos totalmente alineada con el imperialismo americano? ¿Es que nadie se ha enterado que la guerra de Putin no habría sido si EEUU no hubiera llevado su instrumento de coacción internacional hasta las fronteras de Rusia, rompiendo pactos antiguos (acuerdos de Gorbachov con EEUU para no extender la OTAN hacia la URSS) y no tan antiguos? ¿Tan difícil es situarse en una posición realista más justa, quizá algo equidistante, pero al menos no abrazada al imperialismo occidental? Tan solo una voz antibelicista mínimamente definida en las izquierdas alternativas de Canarias, la del Estatuto de Neutralidad que plantea Ahora Canarias, que aún estaría por ver si es lo más adecuado hoy, pero al menos resulta consecuente, valiente y acorde con el sentir antimilitarista y pacifista de la población canaria. 
     
     
    Con todo y acabando ya, el panorama de las izquierdas alternativas en Canarias y fuera de Canarias difícilmente puede estar más desnortado, y lo peor es que no hay visos de que las dinámicas puedan cambiar hacia algo parecido a lo que planteo en estos seis puntos, porque el camino ya está hecho y tiempo no queda. Ya me gustaría equivocarme, pero me temo que toca otra larga travesía por el desierto de otros cuatro años, con la esperanza de que las cosas se hagan mejor en este tiempo, y dentro de cuatro años quede algo decente por lo que luchar.  

     

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