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Infraestructuras

Eduardo Núñez González

 

 

Garantizar la movilidad, energía, agua o la existencia de instalaciones apropiadas donde se puedan realizar actividades culturales, educativas o de ocio, que registren una gran asistencia; es una cuestión básica para el desarrollo de cualquier sociedad.

 

Revisando nuestra historia reciente encontramos infraestructuras, que han tenido un impacto muy positivo. Así, la solución dada al transporte entre Sta. Cruz de Tenerife y La Laguna, construyendo un tranvía, fue  todo un logro. En Gran Canaria, la red de carreteras que rodea la capital, túneles y algún viaducto, han mejorado ostensiblemente la movilidad. La Palma cuenta con  túneles y algún viaducto. Fuerteventura ha renovado de modo apreciable su red de carreteras.  Solo falta  Lanzarote.

 

Es de urgencia una solución conjunta al transporte  para la conurbanización que comienza en Costa Teguise, continua en Arrecife, Playa Honda y  acaba en Puerto del Carmen, es la zona de mayor población y movilidad de la Isla. Debe ser sostenible, energía limpia, tipo tranvía o similar.

 

Específicamente, hay que modificar los  enlaces de la circunvalación de Arrecife con las carreteras generales que van hacia el sur, norte y centro. Deben ser soterrados, no elevados tipo escaletrix impropios de zonas urbanas, justamente al revés de cómo se planean.  Lo mismo hay que hacer con la autovía a la altura de Playa Honda, quedando unidas las dos zonas ahora divididas por la carretera. Las superficies ganadas quedarían para tráfico lento y disfrute ciudadano. Ya hay algún movimiento ciudadano en este sentido. El ramal que une la rotonda del hospital con el aeropuerto es un parche. Consume territorio, que es un bien  escaso y está en zona protegida.       

 

Sin querer  entrar en el área cultural, se puede reseñar la falta de un Auditorio Insular, que  esperamos hace décadas. O en el campo educativo, resaltar la carencia de un Campus Universitario que, casi 20 años después de haber logrado el acuerdo con la universidad, parece haber caído en el olvido. Ni siquiera se han cedido los terrenos. Damos pena. 

 

Lanzarote es la isla no capitalina que más aporta al PIB regional sobre el  7,5% *. Bien merece estas inversiones. Hablamos de mucho dinero, pero la construcción de infraestructuras tiene  buen retorno a largo plazo; de muchos modos, entre ellos en calidad de vida. Cuidemos la Isla, no estropeemos su belleza- al contrario, mejorarla- y podremos seguir viviendo de ella.

 

Que estas inversiones se lleven a cabo, depende de nuestra influencia política. Tenemos, además de los parlamentarios regionales que nos corresponden, alguno de la lista regional, presidenta del Parlamento, consejeros en el gobierno, también representantes nacionales. Músculo no nos falta.

 

Pero de nada vale la influencia si no se emplea. Nuestros representantes deben ir a Tenerife o Madrid a algo más que a hacer acto de presencia y levantar la mano cuando se lo digan. La clave la tenemos la ciudadanía exigiendo y presionando. Me pregunto ¿Qué fue de aquella sociedad combativa de los años 70 y 80 del siglo pasado, que rozó la utopía pidiendo soterrar  los cables eléctricos para no afear el paisaje?. Todos a ponerse las pilas.

 

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