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Enésimo ‘déjà vu’ mundialista

Rafa Parrilla

 

Continúa el Mundial. Acabaron los octavos y llegan unos cuartos de lujo en los que no estará la selección española, con todo merecimiento y para alegría de los ‘haters’ de la Selección. Se lo ganó a pulso… Ahí van otras siete reflexiones mundialistas:

 

  • La primera para los enteradillos. Perdimos, sí, pero ¿no se dan cuenta de que si hubiéramos marcado gol hubiéramos perdido la posesión del balón?

 

  • Bueno, ahora (algo) más en serio… Por enésima vez la selección española se va de un Mundial prematuramente y dejando la sensación de hacerlo tirando por la borda buena parte de su potencial. Parecía que con Luis Enrique podía ser distinto, pero una vez más, esa obsesiva forma de jugar en un partido clave como el de contra Marruecos basada en el toque, toque y más toque, con el fin de conservar la pelota el máximo de tiempo posible para que el rival no te cree peligro, se convirtió en una bomba de relojería, que a punto estuvo de explotar en más de una ocasión antes de llegar a los penaltis.

 

  • En el fútbol hay distintas formas de ganar, pero difícilmente lo puedes hacer cuando a lo largo de 120 minutos, contando la prórroga y sin contar los añadidos, te pasas unos 110 basándote en un anodino y conservador juego horizontal, renunciando a profundizar, sin ni siquiera centrar al área contraria, no vaya a ser que el balón acabe en los pies del otro equipo.

 

  • Porque lo que va a suceder normalmente es que entre tanto toque y toque, y tanta obsesión por intentar conservar la pelota sin más, cometas un error y el rival se te plante en el área provocándote esa clara ocasión de gol que tanto quieres evitar, sin que tú hayas generado ninguna, tal como sucedió en más de una ocasión en el partido.

 

  • Está claro que no se puede ganar siempre y que ganar un Mundial, una Eurocopa o cualquier otra competición de alto nivel es dificilísimo, pero lo que frustra es contar con un equipo que cuando se lo ha propuesto, o mejor dicho, cuando se lo han propuesto desde el banquillo, juega un fútbol bonito y efectivo, que puede no ser suficiente para ganar un gran campeonato, pero que al menos deja buen sabor de boca, incluso en la derrota.

 

  • El caso es que una vez más estamos fuera del Mundial con la sensación de que teníamos equipo para hacer más. Y quienes sí que siguen son los ganadores de los atractivos cruces que han quedado para cuartos: Brasil-Croacia, Inglaterra-Francia, Portugal-Marruecos y Argentina-Holanda (porque a cierta edad, eso de Países Bajos suena más a cuando en Eurovisión dan los votos en francés).

 

  • ¿Quién ganará? Vete tú a saber, por muchas bolitas de cristal que se saquen a relucir. Precisamente la incertidumbre es una de las grandezas del fútbol; según Valdano, lo más importante de las cosas menos importantes. Acabó el Mundial para los nuestros… ¡Viva la Nations League!

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