A la hora precisa
Andrea Bernal
A la hora precisa,
se añade una araucaria más.
Determinada verticalidad
que una mano azarosa
a la hora precisa
dispuso.
Verde entretenido en pico de tórtola.
Ella sabe cómo jugar a sus duendes.
Nosotros solo miraremos su longitud
una vez al mes,
estirando el cuello,
nuestro fracaso.