Israel y Hamás alcanzan un principio de acuerdo para el alto el fuego en Gaza
El pacto, en tres fases, pone fin a 15 meses de conflicto y más de 46.700 víctimas palestinas.
Después de un año y tres meses de violencia devastadora, Israel y Hamás han anunciado un principio de acuerdo de alto el fuego en Gaza. Este pacto, mediado por Qatar, Estados Unidos y Egipto, marca un posible punto de inflexión en uno de los conflictos más prolongados y cruentos de la región. La primera fase del acuerdo incluye la entrega de rehenes por parte de Hamás y la retirada progresiva de las tropas israelíes, mientras se permite el retorno de desplazados y el acceso de ayuda humanitaria.
El anuncio ha generado un respiro de alivio entre la población de Gaza y las familias de los rehenes israelíes, aunque con cautela ante los desafíos en la implementación. La primera fase, que durará seis semanas, contempla la liberación de 33 rehenes, la mayoría mujeres, menores y enfermos. Israel, por su parte, comenzará a liberar a presos palestinos y retirará tropas de áreas estratégicas de la Franja, como los corredores de Filadelfia y Netzarim, permitiendo también la reapertura gradual del paso fronterizo de Rafah.
Sin embargo, el acuerdo enfrenta críticas y temores desde ambas partes. Las familias de los rehenes que no serán liberados en la primera fase temen un estancamiento en las negociaciones, mientras que Hamás sospecha que Israel podría retomar los bombardeos tras obtener parte de los rehenes. La transición hacia la segunda fase, que incluye la liberación de más rehenes y la retirada completa de las tropas israelíes, será crucial para consolidar la frágil tregua.
En la tercera y última fase, se abordará la reconstrucción de Gaza y la redefinición de su gobernanza. La Franja, devastada por años de conflictos, necesitará una inyección masiva de recursos financieros y apoyo internacional para su recuperación. Este proceso será supervisado por Egipto, Qatar y Naciones Unidas, en medio de un complejo escenario político y humanitario en la región.
El acuerdo, que sigue un esquema previamente rechazado por Israel en mayo, ha ganado impulso con la inminente llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos. Este alto el fuego, aunque incierto en su implementación, ofrece una esperanza para mitigar el sufrimiento de la población civil en Gaza y avanzar hacia una estabilidad duradera en la región.
