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Hussein Bachir cumple un mes en huelga de hambre

 

 

El colectivo saharaui remite una nueva carta al ministro de Exteriores para que “mueva ficha” y le dé asilo político en España

 

  • Lancelot Digital
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    Hussein Bachir fue entregado a Marruecos por España cuando ya había manifestado ante el juez español su deseo de obtener el asilo político. Desde entonces cumple una condena de 12 años en una de las peores cárceles de Marruecos por un juicio sin pruebas y en condiciones indignas. Por eso está en huelga de hambre desde hace un mes. España tiene que mover ficha, según la nota enviada por el colectivo saharaui de apoyo a Bachir.

     

    Este colectivo ha dirigido una nueva misiva al ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pidiendo que el Gobierno español tenga un gesto y lleve a cabo una investigación sobre “las oscuras motivaciones que llevaron a entregar a Marruecos a un solicitante de asilo sin haber cumplido el protocolo”.

     

    Bachir forma parte de un grupo de universitarios saharauis que fueron detenidos por hacer campaña en las universidades de Agadir y Marrakech en 2016 en favor de la independencia del Sahara Occidental, mientras que “el gobierno marroquí se los quitó de en medio como siempre, acusándoles de un crimen, en este caso un asesinato”, y fueron condenados, unos a tres años, otros a diez y todavía siguen en prisión, según señala la carta al ministro.

     

     

    “Posteriormente entró en prisión Hussein Bachir Amadour. Había escapado a Canarias donde manifestó ante el juez su deseo de pedir asilo político. El juez le mandó a un Centro de Internamiento de Extranjeros desde donde se iniciarían los trámites para el asilo, pero por el camino la policía lo desvió a un avión rumbo a Marruecos, el 16 de enero de 2019. Desde entonces está en la cárcel cumpliendo una condena de 12 años”, apunta la misiva al ministro de Asuntos Exteriores.

     

    Lea la carta remitida al ministro:

     

    Excmo. Sr. ministro de Asuntos Exteriores,

    Unión Europea y Cooperación

                    Plaza de la Provincia

                    28012 - Madrid

     

                    Madrid, 20 de marzo de 2023

     

     

    Asunto:               Hussein Bachir Amadour, preso político saharaui entregado por

                    España a Marruecos, lleva un mes en huelga de hambre

     

     

    Excmo. Sr. ministro,

     

    El grupo de estudiantes saharauis “Compañeros de El Uali” fue objeto de una persecución política que se saldó con 85 años de prisión.

     

    Este grupo de estudiantes hacía campaña en las Universidades marroquíes de Agadir y Marrakech por la autodeterminación del Sahara Occidental, y el gobierno marroquí se los quitó de en medio como siempre, acusándoles de un crimen, en este caso un asesinato. Las pruebas, innecesarias.

     

    Once de estos estudiantes fueron condenados a 3 años en enero de 2016. Otros cuatro fueron condenados a 10 años y siguen en la cárcel. Se trata de Elbar El Kantaoui, El Hafidi Abdelmoula, Aziz El Ouahidi y Mohamed Dada.

     

    Posteriormente entró en prisión Hussein Bachir Amadour. Había escapado a Canarias donde manifestó ante el juez su deseo de pedir asilo político. El juez le mandó a un Centro de Internamiento de Extranjeros desde donde se iniciarían los trámites para el asilo, pero por el camino la policía lo desvió a un avión rumbo a Marruecos, el 16 de enero de 2019. Desde entonces está en la cárcel cumpliendo una condena de 12 años.

     

    El gobierno español no ha investigado esta desobediencia al juez, una entrega ilegal de un solicitante de asilo, que ha conllevado tan terribles consecuencias. No se han derivado responsabilidades.

     

    Quedan cinco estudiantes entre rejas. De ellos, tres empezaron una huelga de hambre el 20 de febrero de 2023 en la cárcel de Ait Melloul 1, en Marruecos, la peor junto con la de Tifilt.

     

    Mohamed Dada suspendió su huelga el 1 de marzo, cuando le trasladaron a la cárcel de Tan Tan.

     

    Abdelmoula El Hafidi suspendió su huelga el 7 de marzo, cuando la administración penitenciaria le prometió un cambio de cárcel.  

     

    Hussein Bachir Amadour sigue en huelga. Lleva exactamente un mes. Los saharauis son capaces de todo por defender sus derechos. Pide que le quiten, entre muchas arbitrariedades, la consideración de preso “peligroso”, y que le acerquen a su familia, en los territorios ocupados. Un mes es mucho tiempo. No tiene vigilancia médica y su vida está en peligro.

     

    En noviembre de 2019, el Grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de Naciones Unidas ya dictaminó que los estudiantes Moussayih, Burgaa, Errami, Baber, Rguibi, Elbeur, Charki, Ajna, Amenkour, Baalli, El Ouahidi, Dadda, Baihna y El Hafidi (los que presentaron la queja) fueron objeto de detenciones arbitrarias y que el Gobierno de Marruecos debía tomar las medidas necesarias para liberar a los que seguían en la cárcel e indemnizar a todos para ofrecerles una reparación. Por supuesto Marruecos no ha acatado el dictamen.

     

    Y el presidente Sánchez habla de quienes “aplastan la libertad y la soberanía” aunque no se refiere a Marruecos. Eso no. Marruecos no hace eso.

     

    Aunque nuestro Gobierno no se atreve a reconvenir a Marruecos en materia de derechos humanos ni en materia de la ocupación del Sahara Occidental, debería al menos tener un gesto haciendo justicia de puertas adentro y llevar a cabo una investigación sobre las oscuras motivaciones que llevaron a entregar a Marruecos a un solicitante de asilo sin haber cumplido el protocolo. El guardia no se equivocó. La orden tuvo que venir de arriba.

     

    España se lo debe a Hussein Bachir Amadour.

     

    Cristina Martínez Benítez de Lugo

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