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Un GT3 RS personalizado para conmemorar al ganador de Daytona en 2003

La iniciativa partió de Michael Schrom

 

  • Lancelot Digital
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    En 2003, un Porsche 911 GT3 RS privado marcó un hito al ganar en Daytona. Dos décadas después, Jörg Bergmeister, uno de los pilotos de aquel equipo, celebra el 20º aniversario de la victoria personalizando un GT3 RS actual mediante Porsche Exclusive Manufaktur y el programa Sonderwunsch.

     

    La tarde del 2 de febrero de 2003 fue un día histórico para Porsche. Cuando un 911 GT3 RS privado cruzó la línea de meta en el Daytona International Speedway, no solo había ganado su categoría, sino que se había impuesto a todos los competidores. Logró así una victoria absoluta sin precedentes en una de las pruebas de resistencia más duras y prestigiosas del calendario internacional.

     

    Uno de los pilotos de aquel día era Jörg Bergmeister, vencedor de la Porsche Supercup en 2001. Para él, era su segunda participación en las 24 Horas de Daytona. Lo acompañaban Michael Schrom, Timo Bernhard y el propietario del equipo, Kevin Buckler. Su 996, inscrito por TRG ("The Racer Group"), lucía los ya icónicos colores azul y amarillo de la escudería.

     

    Dos décadas después, los compañeros de equipo son viejos amigos que mantienen un contacto regular. Y cuando se anunció el nuevo 911 GT3 RS, en agosto de 2022, Schrom sugirió la idea que llevaría a Bergmeister a un viaje de 18 meses hacia un coche único y profundamente personal, diseñado por él mismo.

     

     

    La iniciativa partió de Michael Schrom

     

    "La idea surgió de Michael en el verano de 2022", explica Bergmeister. "Cuando oyó hablar del nuevo GT3 RS, señaló que al año siguiente se cumplía el 20 aniversario de nuestra victoria en Daytona con un GT3 RS. Era el momento perfecto".

     

    Mediante el programa Paint to Sample, Bergmeister pinto un GT3 RS del color azul Riviera del ganador de Daytona. Era el color que había acompañado al piloto desde sus primeros días compitiendo en monoplazas en su Alemania natal. Trabajando en estrecha colaboración con el departamento Sonderwunsch de Porsche y Porsche Exclusive Manufaktur, se creó gradualmente un diseño que reprodujera fielmente la decoración original, al mismo tiempo que se introducían una serie de elementos distintivos para conmemorar el aniversario de aquella victoria memorable.

     

    Bergmeister encargó un coche sin el paquete Weissach de carbono visto, para que todos los paneles fueran de color azul Riviera. Se aplicaron elementos exteriores de contraste en amarillo Racing que coincidían con los del ganador de la carrera. El alerón trasero se pintó en blanco con paneles laterales en amarillo Racing. En la parte inferior de dicho alerón se puso un escudo de Porsche, se añadió el nombre del modelo en el capó trasero y se colocaron adhesivos en los flancos en amarillo Racing a juego.

     

    En el interior, Bergmeister especificó cuero negro con costuras en contraste GT Silver y Race-Tex adicional cubriendo el salpicadero. El coche también se encargó con el paquete Club Sports, que incluye un extintor de incendios de un kilogramo homologado para circular por carretera, otro guiño a su predecesor de competición. Pero la característica más llamativa del interior son las exclusivas placas de fibra de carbono con la mención a Rolex, patrocinador de las 24 Horas de Daytona y que entrega como premio a los vencedores un reloj.

     

    A mediados de febrero, tras un año de espera, Bergmeister recibió por fin su GT3 RS original en Zuffenhausen, casualmente el día de su 48 cumpleaños. El éxito de la realización de su sueño se lo atribuye a Sandy-Marc Bauer, de Ventas Especiales, y a Boris Apenbrink, Jefe de Vehículos de Porsche Exclusive Manufaktur, así como a su entregado equipo.

     

    "Mucha gente participó en este proyecto", dice Bergmeister, "ayudando a conseguir todos los pequeños detalles. A todos los que han visto el coche desde entonces y conocen la historia que hay detrás les gusta mucho".

     

    Bergmeister está deseando que lleguen las condiciones más secas de la primavera. "Estoy impaciente por conducirlo, pero primero tiene que mejorar el tiempo. Definitivamente, no voy a llevarlo por las carreteras saladas del invierno. Es demasiado valioso para mí como para usarlo a diario".

     

    Cuando llegue el día adecuado, seguro que será un momento conmovedor para todos los implicados. "Sigo estando orgulloso de lo que conseguimos en Daytona, y este coche ya me ha traído esos recuerdos. No suelo emocionarme tanto, pero cuando lo vi por primera vez se me puso la piel de gallina. Me siento muy afortunado de que por fin esté hecho y estoy supercontento de cómo ha quedado".

     

     

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