Valterra despide entre lágrimas al Padre Nicanor
El sacerdote, graciosero de nacimiento, deja a una parroquia agradecida por su trabajo y dedicación
Nicanor Bermúdez, párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Arrecife, se despedía de sus fieles este martes 10 de septiembre, entre ovaciones y lágrimas de muchos parroquianos que no quisieron perderse su despedida.
El sacerdote, que fue el primer graciosero en ordenarse, era además el capellán del Hospital General y el Insular, el de la cárcel, y llegó a sustituir al párroco de La Candelaría, en Puerto del Carmen.
Era un hombre muy querido por todos, muy cercano y campechano, siempre dispuesto a echar una mano a todo aquel que se lo pidiera. De hecho, el mismo decía que le gustaba vestir con las tradicionales vestimentas, de negro riguroso, para que quién tuviera problemas y lo necesitara pudiera identificarlo.
Quiso dar, durante su despedida, las gracias a Purita, Miguelina y Margarita, encargadas de mantener la iglesia en perfectas condiciones.
Muy emocionado escuchó a un grupo del conservatorio que le dedicaron un concierto en la propia iglesia en homenaje a su paso por la misma.
Bermúdez seguirá oficiando ahora en Las Palmas con la misma dedicación que lo ha hecho en Lanzarote.