Domingo, 14 Diciembre 2025
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la reactivación del incendio afectó a unas 30 hectáreas de Santa Úrsula, La Orotava y El Sauzal 

 

  • Lancelot Digital/Diario de Avisos
  • Lancelot TV

 

Tenerife volvió a vivir una jornada de incertidumbre y miedo por la reactivación del incendio forestal que se declaró en Arafo y Candelaria el 15 de agosto y que ayer afectó a unas 30 hectáreas de Santa Úrsula, La Orotava y El Sauzal. El Cabildo informó anoche de que los dos focos principales se encontraban estabilizados.

 


Las altas temperaturas y las fuertes rachas de viento, que se mantuvieron hasta última hora de la tarde, complicaron la situación en los dos primeros municipios donde las llamas cogieron fuerza a primeras horas de la tarde y obligaron a desalojar por precaución a unas 200 personas de Pino Alto y a otras 2.400 en la zona alta de La Corujera, en Santa Úrsula, en concreto, desde la calle Guanche hacia arriba.

 

La primera alerta de fuego se recibió la noche del martes en La Matanza de Acentejo, donde se produjo un conato en la zona del Salto de Los Montes que fue controlado por los medios de emergencia (Bomberos de Tenerife, Brifor, Protección Civil y Guardia Civil) actuando sobre el terreno. Posteriormente, se confirmó que el fuego estaba fuera del perímetro afectado por el anterior incendio.

En la mañana de ayer, sobre las 08.15 horas algunos vecinos de Ravelo, en El Sauzal, empezaron a ver humo en los alrededores y llamaron inmediatamente al 1-1-2 y al alcalde, Mariano Pérez, que, por otro lado, se puso en contacto con el director de Seguridad y Emergencias de Tenerife, Iván Martín, y se activó a las Brifor, luego a los Bomberos y más tarde se incorporaron los helicópteros.

 

Por precaución, se desalojaron siete viviendas de la zona, las más cercanas al monte, cuyos habitantes fueron trasladados al pabellón municipal durante unas horas, dado que al mediodía pudieron regresar.

 

“Al principio nos asustamos mucho, porque el fuego estaba encima de las viviendas, pero después los medios de emergencia empezaron a actuar y lograron alejarlo”, confirmó el mandatario a este periódico. Pasadas las 11.00 horas ya estaba controlado, pero se continuó trabajando en refrescar la zona.

 

La Orotava y Santa Úrsula no corrieron la misma suerte. En el primer municipio, las llamas llegaron a Pino Alto, justo en el límite con el segundo, donde fue necesario evacuar de manera preventiva a unas 200 personas que fueron trasladadas al pabellón municipal Quiquirá y allí se habilitó un dispositivo especial con Cruz Roja, igual que se hizo en el mes de agosto. No obstante, en el lugar solo pernoctaron unas 20 personas, ya que el resto se realojó en casas de familiares y amigos.

 

El concejal de Seguridad de La Orotava, Narciso Pérez, precisó que “sobre las 15.00 horas se reactivó un foco importante en Santa Úrsula que, apoyado por el viento, ha avanzado a gran velocidad hacia el término municipal de La Orotava”.

 

La situación de Santa Úrsula es especialmente preocupante. Pasado el mediodía el fuego cogió fuerza, sobrepasó el perímetro en los altos del municipio norteño y dio origen a una enorme columna de humo negro que sobresaltó a la población, una imagen que circuló rápidamente por redes sociales junto a vídeos que mostraban la cercanía del fuego con algunas viviendas. Desde el Cabildo de Tenerife se quiso dar un mensaje de tranquilidad: “La columna de humo es muy llamativa, ya que al arder, los zarzales y el brezo generan mucho humo y alarma a la población”.

 

Sin embargo, obligó a que 2.400 vecinos abandonaran sus casas. Lo hicieron con el ruido de los helicópteros y las sirenas de los vehículos de bomberos de fondo y ayudados por los efectivos de la Policía local. Quienes no tenían donde ir, unas 50 personas, se dirigieron el Terrero Municipal de Lucha, que se habilitó para la ocasión, igual que se hizo en agosto, y permanecieron allí toda la noche. Confían en que en el transcurso del día de hoy puedan regresar.


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