¿Qué pasará con los más de 200 trabajadores de Canal Gestión?
El Consorcio del Agua asegura su futuro laboral tras el inicio del proceso para rescindir el contrato con la concesionaria
Si todo transcurre como lo ha planificado el Consorcio del Agua de Lanzarote y el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, Canal Gestión Lanzarote tiene los meses contados al frente del ciclo integral del agua en la isla.
La decisión, tomada por unanimidad de todos los alcaldes y del presidente del Cabildo ante los múltiples incumplimientos del contrato de la concesionaria, abre un escenario de incertidumbre, aunque también de esperanza.
Esos dos sentimientos son los que ahora mismo experimentan los más de 200 trabajadores de Canal Gestión Lanzarote. Desde el Consorcio del Agua, tanto el presidente Oswaldo Betancort, como el consejero delegado, Domingo Cejas, han reiterado por activa y por pasiva que esas más de 200 familias no tiene que preocuparse por el futuro laboral.
Los trabajadores no se fían de Canal
Desde finales del pasado año, los sindicatos mayoritarios de Canal Gestión mantienen la desconfianza con la empresa por sus intentos, nunca confirmados oficialmente, de ceder el servicio a otra empresa. Unas negociaciones que se produjeron, pero que no dieron su fruto ante las exigencias económicas de Canal para el recambio empresarial.
Los sindicatos pusieron entonces el grito en el cielo denunciando que Canal Gestión estaba desmantelando la plantilla y que de los 280 trabajadores iniciales ya sólo quedaban 207, según lo manifestado por los dirigentes de las centrales CCOO, CGT e IC.
Denunciaban que no se estaban cubriendo las jubilaciones y que las contrataciones no alcanzaban a los sistemas de producción y distribución, los más necesitados, sino al departamento administrativo y de oficinas.
Ya entonces los líderes sindicales de estas formaciones habían puesto de manifiesto que se estaban “externalizando” las obras de saneamiento y no se daba respuesta al sector agrícola, que son alguno de los incumplimientos contractuales.
Unas infracciones que junto al incumplimiento del plan de inversiones o la reducción de pérdidas en la red, en ambos casos obligaciones esenciales, forman parte de la columna vertebral del exhaustivo informe técnico y jurídico elaborado por el Cabildo y el Consorcio durante más de un año para que el proceso de rescisión del contrato no presente fisuras jurídicas y termine con la resolución del acuerdo contractual.
Lo que pasó cuando llegó Canal
Ahora que se abre un nuevo periodo, que durará como máximo 8 meses, según establece la Ley de Contratos del Sector Público para la resolución de contratos, el Consorcio del Agua asegura que sea cual sea la decisión sobre el tipo de gestión del agua que se apruebe, los trabajadores mantendrán sus puestos de trabajo y sus derechos consolidados.
Así ocurrió en 2013 cuando la quiebra económica de Inalsa y la llegada de Canal Gestión. A poco de llegar la filial de Canal Isabel II el Consorcio y el Cabildo, entonces presidido por Pedro San Ginés, consiguieron que Canal y los sindicatos alcanzaran un acuerdo para un nuevo convenio colectivo.
Canal Gestión, según las condiciones del contrato establecidas por el Consorcio del Agua, subrogó a los trabajadores de Inalsa y de Aguas Filtradas y pusieron en marcha el nuevo convenio colectivo para toda la plantilla de Canal que mantenía las condiciones laborales y económicas que tenían con anterioridad en estas dos empresas.
El acuerdo afectaba a los 230 trabajadores existentes y sus condiciones se regían por el convenio estatal del sector, el mismo que se aplicaba en la matriz Canal de Isabel II